El 30 de Junio la República Democrática del Congo celebra el 50 aniversario de su independencia. Hace 50 años dejó de ser la colonia El Congo Belga. Los Reyes de Bélgica, Alberto II y Paola asisten a la celebración por invitación expresa del Presidente Joseph Kabila. Hacía 25 años que un rey de Bélgica no había pisado tierra congoleña.
Por la ocasión, la página web del Presidente Kabila publica un editorial, escrito por el periodista Omer N'Songo Die Lema, con el título: ¡Soñemos en positivo por el único cincuentenario!
Y dice, entre otras cosas:
Soñemos entonces de un consenso general, haciendo que las armas callen de una vez, y definitivamente…
¿Es esto imposible? ¡Es posible!
Soñemos de este instante solemne en el que, el 30 de junio, se retirará la cortina que cubre la Declaración Conjunta de los Gobiernos congoleño y belga con la frase única “El Congo accede este día, en pleno acuerdo y amistad con Bélgica, a la independencia y a la soberanía internacional”, y que se haga a la hora exacta a la que los primeros ministros y los ministros de asuntos extranjeros lo firmaron el 30 de junio de 1960.
¿Es esto imposible? ¡Es posible!
Y más adelante:
Soñemos de este simbolismo potente con el anuncio, el 30 de junio, de la admisión en las Ordenes Nacionales de la República Democrática del Congo de personalidades como Diego Cao el portugués, Leopoldo II el belga, Henry Morton Stanley el anglo-americano y David Livingstone, el inglés, seguido de las invitaciones a dirigir a sus familiares para visitar el país durante el año de júbilo y a la disposición de un sitio en su memoria.
¿Es esto imposible? ¡Es posible!
Y termina:
Entonces adelante, para convencernos de nuestra voluntad y capacidad de asumir desde el 30 de junio de 2010: la cuenta atrás ha empezado.
En otro lugar de la página del presidente Kabila leemos las palabras del embajador de Bélgica en Kinshasa, Dominique Struye:
El verdadero sentido que se debe dar a la visita del soberano belga es la apertura del periodo de una alianza belga-congoleña marcada por la estabilidad. Y subrayó que Después de las relaciones que a veces han tenido choques entre los dos países durante los primeros cincuenta años de independencia de la República Democrática del Congo, se abre entre Bélgica y la RDC una nueva era marcada por una alianza adulta, impregnada de un espíritu de igualdad, de estabilidad y de cooperación mutua ventajosa.
Esta cooperación ya se está materializando en el plano militar, financiero y otros.
Deseamos que la celebración sea un éxito, pero que sobre todo se abra para la RDC una nueva era de paz, de desarrollo y de bienestar.