OBRAS
HACIENDA NIOP · 21/04/2015
Los constantes cambios de uso, la presencia de diferentes estilos arquitectónicos y el pasar de los años, hicieron de Niop, situada en la región de Campeche, un lugar muy diferente en esquema y funcionamiento a la concepción tradicional de una Hacienda en el Sureste de México.
La intervención en el lugar busca recuperar unas edificaciones desgastadas por el paso del tiempo y con un programa en desuso dedicado a ganado y textiles. Tras la intervención, los espacios pasan a ser un área de convivencia, un hotel boutique, un gran salón de eventos y una residencia de fin de semana.
Por medio de sutiles actuaciones se fusiona lo contemporáneo con lo preexistente y se ordena la zonificación de usos dentro del complejo, la cual se arma por medio de un recorrido que va descubriendo los espacios poco a poco. Acero, piedra, resinas, madera y cristal son los materiales empleados en el proyecto, integrándose entre las viejas construcciones que han permanecido firmes desde hace años.
Desde el área de estacionamiento se llega al vestíbulo que, situado sobre un pavimento de piedra, invita a contemplar los diferentes ambientes que configuran el lugar. Los pavimentos, tanto en piedra como en hormigón, se rematan con zonas en madera a modo de alfombra.
Entre los diferentes espacios de circulación al aire libre, aparece una estructura de acero y rollizos apoyada en los bloques de piedra existentes. Esta pieza arroja su sombra sobre una de las muchas placas de madera que aparecen y desaparecen en los suelos y cuya misión es, en este caso, enfatizar la dirección de las circulaciones.
Un basamento de hormigón liga la capilla, la suite nupcial, el área de habitaciones y demás edificaciones, abriendo vanos que permiten el crecimiento de la vegetación y la aparición de puntos en sombra en el camino. Además, surgen entre los huecos láminas de agua que reflejan los muros existentes, marcando un diálogo entre lo reciente y lo antiguo.
Para comunicar la explanada central ajardinada con las edificaciones de la hacienda, se coloca una escalera de madera que pasa sobre una de las láminas de agua a modo de puente, uniendo de este modo Arquitectura y naturaleza.
Para completar los nuevos usos, se insertan en la propiedad la recepción y los servicios sanitarios, que aparecen con discreción entre toda la construcción existente. Por medio de cubiertas metálicas se cubren los nuevos espacios, apoyándolas sobre pilares esbeltos que respetan la envolvente original y llenan los vacíos resultantes con vegetación.