Todos aspiramos a tener un empleo bien remunerado que nos permita vivir cómodamente. Cuanto mayor sea el salario, más atractivo nos resultará el puesto, aunque siempre debemos considerar el tiempo que le dedicamos para determinar si vale la pena.
Esto es algo que Hacienda aprecia mucho, ya que se beneficia de nuestros salarios a través del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), un impuesto progresivo y proporcional, que implica que a mayor ingreso, mayor es el pago. Se toman en cuenta todas las ganancias obtenidas durante el año anterior, ya sean rentas del trabajo o del ahorro.
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La retención se calcula por rangos
Se establecen diferentes rangos para calcular el porcentaje de retención que realiza la Agencia Tributaria. Es a partir del cuarto rango donde se observa un aumento significativo. Cuando una persona ingresa más de 35.200 €, Hacienda se queda con una parte considerable de su salario. Estos son los rangos que se establecen:
- De 0 a 12.450 euros: 19%
- Entre 12.450 a 20.200 euros: 24%
- De 20.200 a 35.200 euros: 30%
- Entre 35.200 a 60.000 euros: 37%
- De 60.000 a 300.000 euros: 45%
- Más de 300.000 euros: 47%
Los trabajadores con ingresos brutos anuales de menos de 35.200 euros tienen retenciones menores este año, debido a la reducción fiscal para las rentas de hasta 21.000 euros y el aumento de 14.000 a 15.000 euros del salario bruto anual.