Quizás hoy podría convertir mi blog en una especie de Consultorio de la Señorita Francis, ya que hace unos pocos días he recibido un correo electrónico en el que “garganta profundo” (sic)) me agradecía mi blog y el que no intentara convencer a nadie, sino sólo mostrar mis filias y mis fobias, sin intentar ganar adeptos para mis causas
Con lo cual podría comenzar diciendo:Querid@ Garganta Profundo:
Agradecido por tu misiva paso a contestarte, aunque en realidad no lo solicites. Y es que con tus breves líneas compruebo que mi intención, al menos en tu caso, se ha cumplido plenamente, al leer que te gusta mi blog por no intentar adoctrinar, sino sólo dar mi opinión irónicamente, con lo que al mismo tiempo yo mismo me pongo en solfa.
Y es que como siempre digo en uno de eso mensajes que utilizo en Twitter para promocionar mi blog“Si tienes dudas no visites el blog A TROCHE Y MOCHE. Saldrás con más.”Siempre he odiado a esos bloggers que convierten su blog en un púlpito para convertir infieles. Ya que más que nada transforman una especie de balcón para confesar sus ideas, en la entrada a una secta, y el que no tiene la suerte de pensar como él/ella, pues eso …, que no verá ni el reino de los cielos, ni siquiera el Edén.
Porque, pensarlo bien, entre los miles de millones que formamos este planeta quién te garantiza a ti, que tu forma de pensar es la correcta. Algo así, como que te toque el gordo en la manera de pensar y analizar la vida.
Bastante tengo, al menos es mi opinión, con representarme a mí mismo, como para hacerme líder de opinión.
Aparte que uno no es infalible, y se deja involucrar mucho por su corazón, y hoy puede pensar una cosa, pero tras una triste experiencia, quizás, en pocos días pueda cambiar su manera de pensar. Y eso, ni es mentir, ni ser chaquetero. Simplemente, este vecino del mundo, es una especie de José Luis Moreno pero sin que se le note en los primeros planos un ligero movimiento de garganta (como tu nombre, ¡qué casualidad!, ya que siempre habla con sus tripas.
De todas las maneras, querid@ Garganta, uno evita hablar de sí mismo, más que nada para que no le acusen de masturbaciones (practicar el amor propio) en lugares comunes, y hacerse autobombo. Quizás esta vez he hecho una excepción, al comprobar que mi principal objetivo, al menos en su caso, se ha cumplido tal cual.
Muchas gracias, y hasta siempre. Es una razón más para seguir, aunque nunca se sabe hacia dónde.*FOTO: DE LA RED