Los días antes de un feriado son graciosos. La gente se siente como un viernes, pero actúa como un lunes. Y ese es el problema en el fondo de los blogs, uno nunca es sincero al 100% cuando se sabe que alguien te está mirando (o leyendo).
A mí me pasa lo mismo. Escribo estás líneas desde mi trabajo y es el martes 07. Mientras avanzaba con mis tareas anodinas recordé el canastón navideño que debía recoger más tarde y de solo pensarlo me dio calor. Fui al bidón para combatir los efectos de las altas temperaturas. Mientras me servía agua, veía en la tele el discurso en vivo de Mario Vargas Llosa por haber ganado el Nobel. Mucho de lo que expuso ya se lo habíamos escuchado y leído en varias ocasiones. Sin embargo, conmovió el agradecimiento a su esposa y su emoción por estar ahí donde había deseado estar desde hace tantos años. Y es que con el cierre de aeropuertos en España, la caída que sufrió y hasta la pérdida de la voz es como para darle emoción. Creo que esa emoción también se contagió a sus entrevistadores, como al autor Enrique Planas que no atinó nada mejor que preguntarle a MVLL donde alquiló su frac.
Terminó el discurso. Terminé mi agua. Termino sentado nuevamente en mi oficina. Me puse a pensar en lo que haría en mi feriado. Una opción era terminar de una vez Opiniones de un payaso de Heinrich Böll que la tengo hace semanas y nada. Aunque lo mejor sería ir al cine a ver de una vez Los hombres que no amaban a las mujeres, que por aquí ya lleva algunas semanas de estrenada. Más ahora que las noticias me hacen acordar a la trama. Todo el asunto de Wikileaks parece un Millenium a escala global y Julian Assange una especie de Mikael Blomkvist. Al igual que el personake de Stieg Larsson, Assange parece ser todo un casanova y eso ahora le está trayendo problemas, pues se le acusa de "no tener sexo con condón" (?), aparente delito en el país donde se desarrolla la saga de Millenium.
Y es que la capacidad de Internet es fortísima para revelar secretos y remecer las estructuras del poder. Lo que hacía Lisbeth Salander en el libro es una zapatilla comparado con todo lo que se ha difundido (y falta por difundir) en Wikileaks. En el Perú, la lamentable sentencia del TC a favor de la censura y las explosivas revelaciones de Jaime Bayly sobre el presidente del país sólo sirven para confirmar el temor de ciertos sectores políticos a la verdad. Y aunque la verdad conociendo a Caballo Loco, no me sorprende lo que dijo el autor de Los amigos que perdí, la idea es la misma: parece que los poderosos darán pelea por controlar la red.
Mientras veía estas noticias, se pasó mi feriado y no vi la primera parte de Millenium, chess. Al menos espero hacerla con las otras dos partes: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. Títulos raros ¿no? Y ni siquiera parecen ser las traducciones correctas del sueco, al menos según Wikipedia, donde la traducción literal del título de la segunda parte sería La chica que jugó con fuego (en inglés si se tituló como The girl who played with fire). La tercera parte tendría como traducción literal "El castillo de aire que fue hecho estallar" (en inglés se títuló The girl who kicked the hornet's nest, o sea, nada que ver). Y algo similar pasa con la primera parte que en inglés se tituló The girl with the dragon tatto. En fin.
Al margen de traducciones, las otras dos novelas son entretenidas, pero no tanto como la primera. En realidad, ambas son una sola, y es que, como leí en un foro, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina es como El Imperio contraataca porque para saber en que termina la segunda tienes que esperar al final de la trilogía. Y al igual que en ese episodio de Star wars, a los héroes les dan con palo, no tanto como cortarles la mano, pero casi. También hay una sorpresiva revelación de paternidad (solo fató el "Yo soy tu padre"). Y por último, un radical cambio de escenario al inicio, pues hasta ahora no me imagino a Lisbeth Salander fuera de su fría Escandinavia, veraneando en el Caribe, así como sorprende un poco ver a Luke vagando por la helada Hoth, lejos de su caluroso Tatooine.
Se acaba la semana y ya es viernes. Vuelvo a escaparme, esta vez para ver la premiación y un panelista comenta que le pareció un poco contradictorio que Vargas Llosa haya denostado de los nacionalismos en su discurso y que a la vez haya dicho "Al Perú lo llevo en las entrañas". A mí no me parece tan extraño. Quizás sí un poco que en esta misma semana, mientras entregan a un compatriota el máximo galardón de las letras, nuestros estudiantes hayan ocupado el puesto 62 de 65 en comprensión lectora. Aunque nada como cuando el Líbero publicó en portada que la próxima novela de MVLL sería sobre Ronaldo (¡cuando no los periodistas deportivos malinterpretando las declaraciones!). Y si quieren reirse más, mejor vean la imitación de El especial del humor sobre la premiación vargasllosiana.