Revista Opinión
Para la concisión cuasi conceptual, la inmediatez resplandeciente de un momento efímero o la fugacidad de un pellizco sensorial, nada más apropiado que un Haiku, el poema japonés de sólo tres versos, como si fuera un tuit lírico de una red parca en palabras, que no en sentimientos. Vayan, pues, tres ejemplos de tales suspiros literarios:
Mañana nublada:como en un sueño pintadola gente pasa.BUSON
Sobre el marborra el arcoírisuna golondrina.TAKARAI KIKAKU
Silencio en la noche:mis oídos captanel grito sordo del cuerpo.DANIEL