Hair, Gang Bang y uno que es muy mal pensado.

Hace unos meses y recién inaugurada la patética Ley del Tabaco, un musical Hair –que a titulo personal- califico de malo, muy malo, denodado y muchos más calificativos que pienso omitir, salta al estrellato, más que por la obra, por la denuncia que presenta una espectadora, al sentirse herida por los actores –presuntos hipies- fumando en la obra. Todo eso trasciende, con el veredicto final, de que dichos actores, no fumaban tabaco, si no “hiervas”. Lo cierto, es que si no hubiese sido por ese acontecimiento, esa charlotada, hubiese pasado, quizás, sin pena ni gloria.Ahora, le toca a Gang Bang. Una obra polémica a priori, que antes de su estreno enardeció pasiones y las ampollas, hicieron acto de presencia. No es necesario hablar del argumento, ni de autores, ni actores ni siquiera de espontáneos.
Se trata de una apreciación personal, simplemente de eso, Dios me librase de racionalizar categóricamente algo como lo que pienso, sin tener ningún tipo de fundamento, pero es que uno, es muy mal pensado. En esta era de la estupidez, en la que nos toca vivir, todo tiene su sentido, todo está milimétricamente orquestado, nada sucede por casualidad. ¿Será esta una nueva moda? Algo hay de cierto en mis malos pensamientos, lo soy, lo reconozco, pero, suponiendo que fuese cierto lo que un mal pensado como yo piensa ¿entramos en la era de la publicidad y de la mercadotecnia gratuita? ¿todo vale? Telenoticias, redes sociales, prensa, artículos, blogs –como este- hablando de ese altercado de unos espontáneos, cual Jimmy Jump cualquiera, apareciendo en los eventos culturo/sociales y especialmente en el teatro.
Entono el mea culpa, soy un mal pensado, estoy en mi derecho. ¿Cuál será la próxima sorpresa? ¿algún indignado casposo, vestido de Napoleón insultando a Moliere en la próxima estrena de El Misántropo en el TNC? O la gente está muy enferma o quizás muy reivindicativa, para algunas cosas, claro. Hoy, somos muchos los que hablamos de Gang Bang, muchos incluso, a los que no les interesa lo más minimo ni la obra, ni sus consecuencias, como es mi caso. No me hagáis caso, soy un mal pensado.
Fuente: Imagen de ElPeriodico.com