Haití: precaria normalidad

De la misma manera que un problema es rápidamente sustituido por otro, ocurre lo mismo con las catástrofes. Otos seísmos, en otros lugares del planeta, nos han hecho olvidarnos de la tragedía de un país que tardará más de 25 años, si algún día lo consigue, en reconstruirse (eufemismo optimista, pues Haití no ha llegado nunca a alcanzar un estado de mínimo desarrollo).
Haciendo mudanza (nos trasladamos de oficina), ha aparecido un recorte de prensa que me impresionó en su momento por lo rudimentario de su arquitectura: 4 palos y un trozo de tela. También me sorprendió la serena actitud de su desfavorecido autor. Las fotografías son de tal fuerza, que esa misma serie, realizada en el primer mundo, daría lugar a un performance artístico.
Se publicó la secuencia en el diario español LA RAZÓN (Reuters, página 3, 23 de febrero de 2010).
Se podía leer lo siguiente en el pie de foto:
INTERNACIONAL: MÁS DE 300.000 MUERTOS

Los haitianos vuelven a una precaria normalidad
La embajadora de Haití en España, Yollete-Azor-Charles, dijo ayer que harán falta 25 años para que su país vuela a la normalidad, y no se equivoca. Pero algunos de sus compatriotas necesitan recuperarla más pronto que tarde, aunque sea de forma precaria. A falta de medios, se impone la imaginación; el instinto de supervivencia manda. La secuencia de fotografías, así lo demuestra. Un joven haitiano se hace su propia, y rudimentaria, residencia con varios palos y una tela en Puerto Príncipe. Para él, tener dónde resguardarse quizá sea el primer indicio de esa normalidad tan deseada. Mientras, el presidente de Haití, Préval, anunció ayer que probablemente habrán muerto 300.000 personas a causa del seísmo.
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