Revista Cultura y Ocio

Hal 9000 - 51463 (1997)

Publicado el 06 enero 2020 por Moebius
Hal 9000 - 51463 (1997)En su estupendo dossier sobre el jazz argentino del siglo XX, Fernando Barraza califica este disco como el más representativo de la última década: Sofisticadísimo, zarpado en la descontractura, tocado con frescura, 51463 de HAL 9000 para nosotros bien es EL DISCO de la última década del siglo pasado. Gran aporte de Pedro Rock al blog cabezón que arranca esta semana sin Moebius (merecidas vacaciones), ¡Pero nunca sin música!
Artista: Hal 9000
Álbum: 51463
Año: 1997
Género: Jazz, fusión, experimental
Duración: 36:24
Nacionalidad: Argentina
Después de años de durezas en la ruta, como batería de Charly entre otras labores, el genial Fernando Samalea se reúne a experimentar con otros dos músicos, Fernando Nalé y Mariano Gianni, en la formación prístina del jazz, el trío. Pero la experimentación desborda esos límites y trasciende el jazz (recuperándolo y de qué manera) con juego electrónico, con otros instrumentos invitados, con la incorporación del bandoneón y el filin tango y con una narrativa espacial que ya se deduce (cinéfilos y lectores de sci-fi) desde el nombre de la banda: HAL 9000 es la premonitoria Heuristically Programmed Algorithmic Computer (computadora algorítmica programada heurísticamente) que en la ficción de C. Clarke 2001: una odisea del espacio (y en la aún más famosa adaptación cinematográfica de Kubrik) se rebela contra su creador humano. Con pasajes del audio del filme incrustados, especialmente en los tres "Entr'actes", HAL 9000, la banda de Samalea, visita cinco fabulosos standards del jazz.

Hal 9000 - 51463 (1997)En cuanto me lo reenvió Moe, procedente del correo de Pedro Rock lo bajé y lo puse; ya estoy en la segunda escucha de este estupendo disco de un jazz argentino que demuestra por qué es una de las vanguardias de la región. Incluye temas de Bill Evans, Wayne Shorter y Miles Davis, además de otros dos standards de autores no tan conocidos pero que han sido versionados por muchos jazzistas (por el mismo Miles, entre tantos otros).
En algunos de los temas se siente el saxo; en otros la improvisación alcanza territorios inexplorados (un solo a dos cellos en el "Entre'Acte II"); la voz de la ominosa computadora interviene para crear atmósfera espacial (sin llegar a ser nunca música "space", es decir, sin dejar de ser siempre jazz) y el conjunto produce una sensación de película que hace más intenso el homenaje al portento aquel de la ciencia ficción.
La música viaja del cool (Bill Evans; la versión del Miles Davis Quintet de "It Never Entered My Mind") al jazz más vanguardista de Wayne Shorter y el Miles experimental, siempre en plan fusión con el acento argentino en plena madurez al finalizar el siglo XX. Mi preferido del disco es "Footprints" de Wayne Shorter, en el que los músicos brillan por la estupenda improvisación de un tema construido al modo de la fusión de la que Shorter es punta de lanza.
En su mensaje, Pedro Rock nos informa que además de Samalea, en el bajo está "Fernando Nalé quien fue bajista de Cerati desde Bocanada hasta Fuerza Natural". Y, como decíamos en la intro, el espacio que le dedica Fernando Barraza en la segunda parte de su dossier sobre jazz argentino, merece la cita completa:
Y finalmente llegamos a la última década del siglo XX. Es más: al antepenúltimo año del siglo. Allí, en 1997, es donde ancla este disco que vamos a escuchar ahora; en ese momento exacto en el que todos los prejuicios se hallaron rotos (destrozados) por varios motivos, destacándose para esta reseña el más radical y viral de ellos: el intercambio digital de música en todo el planeta que la gente comenzaba a hacer masivamente a través de internet. Ese “despertar” a la libertad de compartir llegó para explotarle en la cara a los sellos discográficos, a los géneros impuestos por la industria musical y con su propia fuerza desarraigó ese “miedo” que los músicos tenían de salir de las casillas que durante décadas bien les sirvieron a las abultadas cuentas de los millonarios ejecutivos de la música grabada multinacionalmente. Bueno, por esos días del señor, tres músicos argentinos de entre veinticinco y treinta años se juntaron para hacer uno de los discos menos conocidos de este dossier pero –me juego todo lo que tengo en esta apuesta- será el que más sorprenda profundamente al lector de va Con Firma.
La placa se llama 51463 [le corregimos el número a Fernando, que había puesto otra cifra] y la agrupación que la grabó es HAL 9000.
Hasta aquí nada pareciera ser destacable. Banda ignota, disco ignoto. Pero hay que prestar mucha pero mucha atención para disfrutar de este disco que hemos elegido como representativo de una década en la que el jazz argentino, muy de la mano de la música latina, el blues y el rock dejó discos bellos y duraderos, bien grabados, excelentemente producidos y finamente arreglados.
HAL 9000 es el proyecto de tres tipos audaces: Fernando Samalea en el bandoneón, la batería y los samplers; Mariano Gianni en el piano y los teclados y Fernando Nalé en el bajo y el contrabajo. Juntos, con alguna guitarra invitada y algún saxo que entra y sale eventualmente, “inventaron” uno de los discos más descontracturados y “desgenerado” del jazz argentino de siempre.
Samalea venía de tocar la batería con Charly García, con Fricción, más tarde con Cerati y coincidía en la segunda mitad de los 90 con Fernando Nalé como base de la banda estable de Illya Kuryaki & The Valderramas. Los dos abrazaron a un buceador del experimento como el pianista Mariano Gianni y en tan solo 8 tracks, que incluyen tres intermezzos ambientales, dejaron un disco que será re-descubierto por generaciones y generaciones.
Si hay que buscar una buena definición, simple y al hueso, podemos quedarnos con la que Gabriel Plaza hizo de este disco en 1997 para el Diario La Nazion, diciendo que:
“Con una atmósfera espacial, aportes camarístico-incidentales y un concepto casi cinematográfico, Samalea incorpora el fueye para hacer una relectura de joyas del jazz creadas por Bill Evans y Miles Davis”

Exactamente eso es el disco: una relectura libre y desprejuiciada en la que el tango, la música electrónica, el cine, la música de cámara, la música concreta y el funk se encuentran con Bill Evans, Miles Davis y otros próceres del bebop.
El cinéfilo que lea este artículo ya debió darse cuenta a esta altura: el nombre de la banda está tomado de la computadora de la novela de Clarke y la posterior película de Kubrick 2001: una odisea espacial. No es un dato menor, en la ficción de Clarke de los 50 del siglo pasado, HAL 9000 es la primera computadora que toma la iniciativa propia de revelarse en contra del hombre. La inquietante voz de HAL 9000 aparece durante todo el disco, uniendo los temas como si el disco fuera una película sonora, no ya la de Kubrick, una nueva, con todo y tango del espacio exterior. Samalea dijo en la única nota periodística hecha para el lanzamiento del disco:
"En alguna medida este disco es una especie de sátira sobre la música que hacíamos en los 80, y esa obsesión que había por buscar la perfección. Ahora, la búsqueda es la libertad".

El experimento salió a la perfección. El disco es una belleza de principio a fin. Tomar el riesgo de hacerlo fue lo mejor que podía haber sucedido. En este sentido - el “riesgoso” – Fernando fue claro. Más que claro, clarísimo. Le dijo a Gabriel Plaza en aquella nota:
"Quiero salirme de ese lugar cómodo en el que se coloca a los músicos de rock y de esa cosa frívola que a veces nos rodea. No quiero ser un mantenido de la música y acostumbrarme a tener todo al alcance de la mano. Por eso, con Hall 9000 no tengo ninguna expectativa comercial. Lo que más me movilizó de esta experiencia es poder jugar con el riesgo de hacer lo que a uno le gusta. Como dijo Robert Fripp, es imposible alcanzar algo sin sufrimiento."

Sofisticadísimo, zarpado en la descontractura, tocado con frescura, 5310 [sic] de HAL 9000 para nosotros bien es EL DISCO de la última década del siglo pasado.
Fernando Barraza, "¿Y ahora que jazz(a), eh? Parte 2". Va con firma. https://vaconfirma.com.ar/?articulos_seccion_719/id_9804/y-ahora-que-jazza-eh-parte-2
 (Si desean leer la nota de La Nazion a la que se refiere Barraza, acá está: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/samalea-por-nuevos-caminos-artisticos-nid70827)
Un discazo, una joya perdida, gracias a Pedro Rock disponible solo acá, en el blog cabezón.
Hal 9000 - 51463 (1997)
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Hal 9000 - 51463 (1997)
Hal 9000 - 51463 (1997)
Lista de Temas:
1. It Never Entered My Mind (Richard Rodgers)
2. Someday My Prince Will Come (F. E. Churchill, L. Morey)
3. Entr'acte I
4. Four (Miles Davis)
5. Entr'acte II
6. Footprints (Wayne Shorter)
7. Entr'acte III
8. Funkallero (Bill Evans)
Alineación:
- Mariano Gianni / pianos acústico y Fender Rhodes
- Fernando Nalé / contrabajo, bajo eléctrico, bajo de 7 cuerdas
- Fernando Samalea / bandoneón, batería, samplers, darbouka
Con:
- Carlos Garófalo / atmósferas y composición, "Entre'actes" I y III
- Juan Pablo Lazo / sax tenor en Funkallero
- Pablo puntoriero / sax tenor en "Someday..." y "Footprints"; sax barítono en "Four"
- Marcelo Macri / cello en "Four", solo a dos cellos en "Entre'acte" II
Hal 9000 - 51463 (1997)

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