Revista Cine
Director: John Carpenter
Y después de "Assault on Precinct 13" viene, por supuesto, "Halloween". Recuerden que ahora estamos repasando, de manera incompleta y descuidada, tranquilamente y sin ánimos de meticulosidad, la filmografía de John Carpenter. No soy experto en el cine de terror pero parece que "Halloween" dio inicio a la era dorada de los slashers. Cuando trabajaba en un KFC había una compañera de trabajo, cajera, que se había visto todos estos slashers: la de la saga de Halloween, la del tipo de la máscara de hockey, la del que tiene manos de tij-, digo, garras metálicas, la saga Hellraiser... Creo que nunca voy a estar a su altura. ¿Se imaginan un blog creado y escrito por ella? Sería un blog la mar de llamativo, decía cosas muy interesantes. Había otro sujeto, estudiante de filosofía, que también veía hartas películas y sus recomendaciones eran "Delicatessen", "Nekromantik", "Sileni", "Stalker". Nunca recibí recomendaciones tan fascinantes en la puta universidad de mierda. Irónico, ¿no? Bueno, para ser justos, un amigo me recomendó, una vez en primer año, "Ex Drummer" y "Nordkraft", además de "Gummo" y "Kids". Curioso que en una escuela de cine haya tanta falta de pasión... La excepción soy yo, claro, pero no importa porque ya estoy perdido. Bueno, en fin, hablemos de "Halloween".
"Halloween" me ha parecido una película de lo más interesante e incluso sorprendente, pues, a pesar del inicio (un plano secuencia en primera persona donde el antagonista, Mike Myers, acuchilla a su sexy hermana) y de la escena que sigue, en donde un Mike Myers adulto escapa del hospital psiquiátrico en donde cumplía... ¿arresto? (digo, cometió un crimen) para volver a su pueblo a sembrar el terror, la película en sí nos cuenta un día 31 de octubre cualquiera, con niños hablando de maldiciones y casas embrujadas mientras las hermanas mayores se ven con los novios o trabajan como niñeras. La gracia es que una figura silenciosa y enmascarada observa todo, esperando su momento para atacar... Lo que digo es que no es una película de terror al uso, si hasta podría defraudar a ciertos fanáticos del terror efectista. Acá lo que importa es la atmósfera de inquietud y suspenso, esa calma tensa que definitivamente se va a quebrar en mil pedacitos de un momento a otro, pero cuándo, es la pregunta. La respuesta tampoco importa tanto como el silencio que separa la interrogante de la contestación. Tampoco importan las motivaciones de Mike Myers (no hay que hilar fino para notar su misoginia, su odio a las mujeres nacido del resentimiento que le provocó ver a su hermana con otro sujeto), sólo importa que está ahí, al acecho, cerca pero a la distancia, con total dominio sobre sus víctimas. Honestamente, de esta película me interesa más su ejecución formal, la pausada construcción de esta normalidad quebradiza (la progresiva destrucción de la cotidianidad), que los elementos estéticos más reconocibles (vecindarios limpios y amenos; colegialas calientes o muy estudiosas; niños perdedores y "nerds", sea lo que sea eso; asesinos de apariencias extravagantes...) a los que imitadores menos talentosos se han colgado tan obstinadamente. Así, con su buen manejo del suspenso, Carpenter logra que las escenas más violentas y gráficas adquieran una intensidad superior, esto claramente reflejado en la escena cuando Jamie Lee Curtis entra en la habitación donde yacen los cadáveres de sus amigos (sumen a ello el hecho que uno no esperaba ver una disposición tan ingeniosa y grotesca).
Si no parezco especialmente emocionado es porque nunca me he considerado muy fanático del cine de terror (la adrenalina del miedo me entra por una oreja y me sale por la otra, y seamos francos, el suspenso me gusta más que ver al asesino persiguiendo a sus víctimas) y porque esta película en particular en realidad no termina, no concluye, y su final abierto tampoco tiene mucho sentido, entonces, a pesar del suspenso bien ejecutado (aderezado con sentido del humor), uno queda con una sensación de vaguedad tremenda.
Pero me ha gustado "Halloween", me sorprendió gratamente, sólo que no me cambió la vida... Me sentí más estremecido y nervioso con el "Body Snatchers" de Abel Ferrara, particularmente con esta tremenda escena. Ok, ok, hora de dormir...