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Escribe Rubén Orlando Ratier
Sin duda el tema se instaló con fuerza inusitada en los medios, lo que surgió como...
una iniciativa sincera y valiente del Gobernador Dr, Maurice F. Closs de traer a la luz pública el grave problema de la desnutrición infantil en Misiones, antes del lanzamiento del programa solamente un frio dato estadístico. Si se reconoce la enfermedad recién empieza la etapa de cura, pero las consecuencias negativas que son innegables estallaron en los medios de comunicación masiva con una escalada creciente con gran impacto local y nacional.
Sería pecar de ingenuo, ya que de la lucha por el poder se trata, en un horno político que cada vez irá levantando más temperatura que algunos participantes de esta frenética carrera no exaltarán logros y magnificarán errores. Cuanto más aparezcan estos últimos palo y a la bolsa.
Salvo los que padecen el problema, las organizaciones y ciudadanos comprometidos, la sociedad está informada de la situación pero no conoce con vivencias su gravedad. Se convocó al padrinazgo y la sociedad respondió de la manera que conocemos, esta es la mejor prueba.
Un extraño silencio con algunas destacadas excepciones enmudece a estudiosos y políticos. Sorprende que no traigan al debate las causas que originaron esta vena que sangra, al decir de Eduardo Galeano, no solamente en Argentina sino en la América morena. Hay excepciones, pero son muy pocas las que analizan las causas profundas del tema, las responsabilidades políticas que vienen desde muy atrás. La maquinación de la economía y su principal consecuencia el éxodo agrario, con la consecuente superpoblación de las zonas periféricas de las ciudades. La verdad está ahí en vivo y en directo basta con darse una vuelta para apreciar la realidad, entonces sobrarán cámaras, comentaristas y otras yerbas.
Los grandes medios de la Ciudad Autónoma con acercarse a la General Paz, tendrán seguramente igual o más impactante material que los que hurgan en estas latitudes generalmente olvidadas. Arrancan declaraciones a estos sufridos protagonistas y rompen su silencio doloroso convirtiéndoles en fugaces protagonistas de entrevistas que resaltan sus carencias. Con habilidad presentan las noticias que más venden.
Provocado el impacto que levantará el rating y elevará su cotización, ya que este es un factor permanente en su estrategia de difusión, levantan vuelo y si te he visto no me acuerdo. El problema queda entre nosotros y también la búsqueda de soluciones.
Como toda crisis deja enseñanzas, desde Buenos Aires con argumentos surgidos seguramente en alguna mesa de café nos señalan que parte del problema encontraría un paliativo si los afectados cultivaran su propia huerta. Chocolate por la noticia. Menuda tarea la de modificar pautas culturales, el ocasional visitante de los barrios nuevos con miles de unidades seguramente recordará el soneto de Baldomero Fernández Moreno.
Recordemos que la iniciativa llegó a Misiones con la corriente inmigratoria, sin olvidarnos de los jesuitas, la continuaron docentes, técnicos, cooperativistas, Programa Pro Huerta del Inta, Concursos Escolares Productivos, el extraordinario logro de las Ferias Francas y el éxito del programa Pro Alimentos. Es decir que todo está, ahora hay que encontrarle la vuelta para la multiplicación rápida y efectiva. El acierto vendrá si se logra vislumbrar lo principal de lo accesorio. Hay que evitar el efecto moda y convertir esto en una práctica cotidiana.
Destaco una vez más, ya expuesto en varias oportunidades como aporte basado en la experiencia docente, el rol que debe desempeñar la escuela rural básica como factor de desarrollo social y productivo. Todo está ahí al alcance la mano, a veces desde los despachos citadinos no se los ve, recomiendo la lectura de La Escuela Rural Productiva de Beatriz Fainholc y escuchar lo que expresa Polan Lacki “ se aprende más desde el pupitre de una escuela que en la cola de un banco”. La educación como sistema debe ejercer un rol de relevancia y señalar el camino.
La corriente positiva con origen en la colonia se debe transpolar hacia las ciudades y tratar de generar cambios de pautas culturales para transformar esta cruda realidad. El dificultoso sendero ya se transita todos los días, esperemos que el pregonar de los agoreros no haga mella en la responsabilidad de los que tienen a cargo esta relevante como difícil misión.
Fuente: misionesonline.net