Al llegar a casa después de un entrenamiento es probable que sientas hambre constante. Pero muchas veces ese apetito no solo es insaciable al regresar a casa después del entrenamiento, sino que continúa durante todo el día por días. Especialmente si está tratando de perder unos cuantos kilos, definitivamente tendrá dificultades en la vida cotidiana debido al continuo "gorgoteo" de tu estómago, y a la constante sensación de hambre.
Aquí te presentamos algunas razones por las que esto está sucediendo, y cómo puedes combatir esa sensación de hambre constante.
No estás recuperando la energía después de los entrenamientos
El hambre se refiere al estado general de carencia de alimentos y nutrientes que afecta a nuestro organismo. Por lo tanto, es la sensación que aparece cuando una persona necesita o desea ingerir alimentos. Puede tratarse de una necesidad física, (el organismo requiere nutrientes para tener energía y mantenerse saludable) o de apetito (el deseo de comer, que muchas veces se vincula al placer).
El sentir demasiada hambre es el resultado de no consumir la cantidad de calorías necesarias para los niveles de ejercicio que realizas a diario. Después de un largo entrenamiento es normal que sientas sensación de hambre pues tu organismo está utilizando energía y calorías. Si no reponemos esas calorías entonces nuestro cuerpo seguirá pidiéndolas causando sensación constante de hambre.
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En este caso es recomendable consumir bebidas de recuperación y asegurarse de incluir en nuestras comidas post-entrenamiento todos los nutrientes necesarios para la recuperación de las calorías, minerales y vitaminas consumidas durante los entrenamientos.
No comes a las horas adecuadas o muy a menudo
Es posible que vivas con la creencia de que una alimentación saludable consiste tres comidas al día. Sin embargo, esto es algo que no se aplica completamente a personas que practican deporte con regularidad.
En este caso el consumo recomendado de alimentos es de 5 a 7 comidas pequeñas al día para que el cuerpo pueda mantener los niveles de energía más equilibrados y que no haya sensación de hambre. Esto es especialmente importante para aquellos que entrenan más de una vez al día o para aquellos que realizan entrenamientos largos y/o intensos.
Si entrenas por la mañana y no comes nada hasta el mediodía, puede dificultar y restringir la capacidad de recuperación de tu cuerpo, así como aumentar la sensación de hambre constante y por consiguiente comenzar a ganar unos kilos demás.
Un pequeño refrigerio antes y después de montar la bicicleta combinado con comidas llenas de nutrientes, incluyendo carbohidratos, proteínas, grasas, fibras, vitaminas y minerales es la forma perfecta de mantenernos sanos y sin sensación de hambre o apetito durante el día.
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Muchos pasamos por alto el contenido de proteínas en las comidas y nos enfocamos solo en los carbohidratos. La proteína aumenta la sensación de saciedad, conserva la sensación de plenitud durante más tiempo y le permite a nuestros músculos recuperarse más rápido después de los entrenamientos. Las personas que practican deportes de resistencia, como es el caso del ciclismo, apuntan principalmente a obtener las cantidades correctas de carbohidratos antes y después del ejercicio, ignorando la importancia de las proteínas para la recuperación.
Para mantener controlada la sensación de hambre, debemos incluir más proteína en nuestra alimentación diaria.
Menos sueño, más estrés= Hambre constante
El estrés en el ciclismoLos científicos han descubierto que la falta de sueño lleva a un aumento en los niveles de estrés y de apetito. Esto crea un vínculo claro entre la falta de sueño, el estrés y el aumento de peso. En muchos casos esto puede ser debido a las hormonas. Desde hace tiempo se sabe que dos hormonas , la grelina y la leptina , juegan un papel clave en la gestión del apetito y el peso del cuerpo. La grelina es la que avisa cuando el cuerpo tiene apetito mientras que la leptina es crucial para avisarle al cerebro cuándo se ha comido lo suficiente.
La hormona leptina reduce la sensación de hambre, como resultado, las personas no sienten hambre cuando los niveles de esta hormona en particular son altos.
Por otro lado, en altas concentraciones aumenta la sensación de hambre. Estudios han demostrado que en las personas con insomnio los niveles de leptina disminuyen mientras que la grelina aumenta, generando desequilibrios hormonales, hambre constante y aumento de peso.
Si te sientes cansado, en lugar de buscar un bocadillo, es mejor que vayas a dormir un poco para deshacerte de la sensación constante de hambre. En todo caso es recomendable dormir 8 horas diarias para tener un sueño reparador y que nuestro organismo funcione a la perfección.
No poner atención en la carga glucémica de los alimentos
Es más probable que hayas escuchado sobre el índice glucémico (IG). Los alimentos con un índice glucémico alto se digieren muy rápidamente y liberan glucosa en el torrente sanguíneo. Por el contrario, los alimentos con un índice glucémico bajo se digieren a un ritmo más lento y proporcionan un flujo de energía más uniforme y constante, ayudándote a sentirte lleno por más tiempo.
La carga glucémica de una comida es algo que tenemos que tomar en cuenta ya que se relaciona con los niveles de azúcar en la sangre. El índice glucémico es la guía definitiva del efecto del metabolismo de la glucosa y los niveles de azúcar en la sangre.