Revista Coaching
En uno de los últimos partidos jugados por el Real Madrid, se desató una cierta polémica porque Bale falló un gol, después de no haberle pasado el balón a Ronaldo. Al día siguiente, todo el mundo reprochó a Bale su actitud, acusándole de egoísta, de tener demasiada hambre de gol. Pero ese hambre de gol, ¿es siempre algo negativo?. Dicho de otro modo y llevándolo al terreno de la empresa: los individualismos, los protagonismos ¿deben ser SIEMPRE rechazados y cercenados?. En mi opinión,
a) LOS INDIVIDUALISMOS SON NEGATIVOS: Cuando obedecen a una necesidad de "estrellato", cuando implican pasar por encima del equipo para beneficio exclusivo del/de la individualista. Hablaríamos entonces de egoísmo puro y duro. Y este egoísmo es siempre negativo y debe cortarse, no sólo por dar una cura de humildad al/a la egoísta, sino -y sobre todo- por los efectos perniciosos que genera: * el resto del equipo perderá cualquier motivaciónque pueda tener (por grande que sea), al entender que su trabajo será ninguneado en favor de "la estrella" o, lo que es peor, será objeto de apropiación indebida por parte del/de la egoísta; * se crea un clima anticolaborativo/anticooperativo: toda posibilidad de crear una relación de igualdad, de win-win, entre el equipo se disolverá, ya que nadie quiere sentirse "sometido" al interés personal de otra u otro; * obliga a l@s demás a ser igualmente egoístas,generando un clima de rivalidad y no de competitividad: cada persona trabajará con el único objetivo de destacar por encima del otro o de la otra o, simplemente, de fastidiarle el estrellato. b) LOS INDIVIDUALISMOS SON POSITIVOS: Cuando tienen el poder de contagiar crecimiento. Es decir, cuando "estimula" a las/los demás para estar a la misma altura que la estrella. Así: * se consiguen equipos/grupos motivados, que buscan el crecimiento colectivo por encima del individual; * se favorece la creación de entornos colaborativos y cooperativos en los que no sólo se permite -a cada miembro- "brillar", sino que se impulsa ese estrellato de cada miembro; esto es como decir: tenemos a l@s mejores y lo demostramos; * se estimula el aprendizaje continuo, multidireccional y multiárea: cuando nos admiramos l@s un@s a l@s otr@s, cuando nos respetamos, facilitamos la aprehensión (entendida ésta como aceptación y adopción de objetivos, ideas,....); * se potencia el desarrollo y crecimiento de cada miembro, al entender que esos factores son la base fundamental del desarrollo y el crecimiento del grupo; * se potencia la autonomía, la iniciativa, la libertad y la responsabilidad de cada persona del equipo, y se eliminan las jerarquías verticales: cada miembro es, a la vez, responsable de sí mismo y del equipo; cada persona decidirá qué, cómo, cuándo y dónde brillar o cuando hay que dejar que otr@s brillen. Y, como siempre, termino con una pregunta:
¿TE DEJAN TENER HAMBRE DE GOL?