Revista Cultura y Ocio
Mientras en Europa vemos como la peor cara del capitalismo muestra sus fauces, dejando a millones de personas en la más absoluta indigencia...
Mientras aquí, en España, tenemos que soportar una campaña electoral en la que los dos partidos mayoritarios, junto con algún otro, nos lanzan sus mensajes, falsos y vergonzantes, lejanos a la realidad que vivimos la mayoría de los ciudadanos...
Mientras todo esto ocurre, la otra realidad, mucho más dramática, mucho más numerosa, se muere de hambre. El día 20 además de nuestras elecciones, es el "Día Universal de los derechos del niño". Y me pregunto yo qué mayor derecho que la alimentación.
La realidad es que según denuncia la ONG Save the Children, en lo que va de año se ha puesto en peligro la vida de 400.000 niños y niñas, a causa del alza de precios de los alimentos.
"El precio de los alimentos a nivel mundial ha experimentado una subida continua durante los últimos cuatro años, alcanzado su récord en 2011 – el precio del maíz ha aumentado un 80% en lo que va de año. El aumento y la volatilidad de los precios de los alimentos ha contribuido a que cerca de mil millones de personas se encuentren en situación de crisis alimentaria y ha sido una de las causas de la emergencia de Cuerno de África.
En un análisis reciente sobre la relación entre el aumento del precio de los alimentos y la mortalidad infantil, la conclusión a la que llegamos es que el aumento de los precios de los cereales – hasta un 40% entre 2009 y 2011- pone en peligro las vidas de 400.000 niños y niñas.
La desnutrición es ya la causa de casi un tercio de las muertes de niños y niñas cada año, uno de cada tres niños que viven en países en desarrollo sufre retraso en su crecimiento, lo que dificulta su aprendizaje en la escuela y posteriormente la oportunidad de encontrar un trabajo.
Alimentos básicos como el arroz y el trigo han visto aumentado su precio un cuarto, otros como el maíz los han hecho en tres cuartas partes. Por ejemplo, durante el segundo semestre de 2010 el precio del trigo aumentó un 54% en Kyrgyzstan, un 45% en Bangladesh, un 31% en Sri Lanka o un 16% en Sudán.
El aumento del precio de los alimentos ha supuesto para algunas familias que les sea imposible tener un plato de comida decente sobre la mesa. El G20 debe aprovechar esta cumbre para acordar un plan de acción que aborde esta crisis y demostrar que los más pobres no están en el último lugar de la agenda”, explica Yolanda Román, responsable de Incidencia política de Save the Children".
Sabemos que el primer factor de mortandad infantil es el hambre. También sabemos ya que no hay un problema de escasez de alimentos sino todo lo contrario, hay excedente alimentario. Lo que sí hay, y en grandes dosis, una desvergüenza supina y generalizada por la que se permite que unos cuantos hagan gran negocio con el alza ficticia de los alimentos.
Hace unos días volvía a salir en primera plana la historia de Minhaj Gedi Farah, el bebé somalí que se convirtió en el rostro de la hambruna en el Cuerno de África y que llegó con su madre al campo de refugiados en Dadaab, Kenia.
Al llegar pesaba poco más de tres kilos, con siete meses de edad. Allí recibió un régimen intensivo de alimentación con el que ha llegado ya a los ocho kilos de peso.
Un sólo ejemplo de cómo se podría luchar contra la hambruna si la comunidad internacional en lugar de tirar el dinero tan escandalosamente, lo invirtiera de forma solidaria y humanitaria.
A la hora de votar el día 20, deberíamos tener en cuenta qué partidos son solidarios y humanitarios, de verdad, y no presumiendo de lo que nunca hicieron o prometiendo lo que nunca harán. Es el momento.
Yo ya me decanté, por eso me ¡Rebelo!