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Hambre, la peor palabra que puedes oír cuando intentas perder peso o mantenerlo. Seguramente siempre habrá una lucha entre lo que quieres ahora mismo y lo que de verdad deberías comer. Desafortunadamente, es cierto que hay algunos hábitos que pueden hacer que ese hambre sea cada vez más fuerte y más frecuente. Perdón, ¿he dicho desafortunadamente? ¡Me equivoqué! Si sabemos en qué fallamos, siempre podemos corregirlo, ¿cierto?
Vamos a ver qué aspectos de nuestra vida cotidiana influyen en la sensación de hambre. Y es que como siempre digo, para perder peso muchas veces tienes que modificar tu entorno y no limitarte nada más a dejar de comer.
1. Te saltas el desayuno
Nunca me cansaré de decirlo. Puede que no tengas hambre por la mañana, que no te entre un bocado pero ingerir algunas calorías recién te levantas afectará al hambre que puedas tener después. Uno de los muchísimos estudios que demuestran los beneficios de desayunar concluyó que las chicas con sobrepeso que ingirieron 350 calorías (con al menos 13 gramos de proteínas) redujeron considerablemente el hambre en las horas posteriores. Y lo mejor de todo, sus cuerpos les dejaron de pedir dulces o comidas sabrosas. Los investigadores no saben exactamente por qué, pero es probable que la proteína estimule la creación de dopamina (un neuroquímico encargado de regular la sensación de hambre).
2. Burro grande, ande o no ande
Foto|http://blog.kiwilimon.comTe acaba de entrar un hambre voraz de tomarte un pastel de chocolate, te atas la manta a la cabeza y decides ir a la pastelería más cercana a saciar tu apetito. Cruzas la puerta y le pides al dependiente dos pares de brownies (por aquello de si te quedas con hambre).
El problema es que lo más probable es que sólo te hubiera hecho falta medio pastel para complacerte, según un estudio de la Universidad de Cornell. Emplearon 104 estudiantes y descubrieron que a aquellos que se les dio una porción más pequeña de chocolate, pastel de manzana o patatas fritas se sentían igual de satisfechos que la parte del grupo a la que se le sirvió una porción más grande (¡y comieron un 78% menos de calorías!).
3. Árbitro, cambio por favor
¿Tienes hambre de caramelos? Prueba a ponerte un cuenco con rodajas de fresas. ¿O tal vez se te están antojando patatas fritas? Entones ese cuenco llénalo de deliciosos pistachos. Sustituir esos tipos de antojos por otras comidas con un sabor similar debería ser suficiente para hacerte sentir más satisfecho. Me gusta lo que dice la portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, Marisa Moore: “El hambre es algo de corta duración y pronto te habrás olvidado de ello. Además ganarás en salud si eliges un snack saludable”.
4. Que hagan buena pareja
Tener hambre no debe ser todo o nada. Puedes satisfacer esa sensación combinando la comida que se te ha antojado con otra que sea más saludable. Esto funciona porque hace tu plato más divertido y sabroso, y además le da a tu cuerpo los nutrientes que necesita. Te cuento cómo funciona: puedes pedir una ensalada de salmón con una guarnición de patatas fritas, o un pollo a la plancha con verduras y acompañarlo con unos nachos con queso. El truco está en engañar al cuerpo dándole lo que quiere escondiendo lo que de verdad necesita.
5. Te rodeas de tentaciones
La batalla mental entre tú y la caja de galletas puede dejar de ser algo normal en tu día a día. Quédate con esta frase: Fuera de la vista, fuera de la mente. Si son las 10 de la noche y te apetece una galleta, es poco probable que salgas a la calle a comprar alguna. Sin embargo, si tienes la cocida repleta que cajas de galletas será más probable que acabes sucumbiendo. Pero claro, esta es buena idea si vives solo. Si vives en familia entonces una buena opción sería esconder todas las tentaciones en la parte de atrás de las estanterías.
Muy bien amigos esto ha sido todo. Espero que os haya servido de ayuda y os lo prenséis más y mejor la próxima vez que os entre un ataque de hambre. Un abrazo muy fuerte y sed felices.
Alvaro Pedroche (267 Posts)
Hola, me llamo Álvaro. Soy licenciado en Ciencias de la Actividad física y del deporte por la Universidad Europea de Madrid, y especialista internacional en nutrición deportiva. También soy el culpable de que exista este blog. Actualmente trabajo como entrenador personal a domicilio así como en varios gimnasios de la zona de Madrid. Trabajo con todo tipo de perfiles. Mis 10 años de experiencia me permiten trabajar en rehabilitación de lesiones, pérdida de peso, aumento de masa muscular, o entrenamiento específico de cualquier deporte. Soy entrenador del método hipopresivo y de pilates. Teléfono: 666 576 366 Web: www.fitness-asesores.com Mail: [email protected] Álvaro en Google