Hamburguesa en pan de pita y otras delicias árabes

De nuevo carne de vacuno de la sierra de Madrid esperándome en forma de hamburguesa. Yo con ganas de comer algo árabe. El resultado, una fusión espectacular donde el sabor, mezcla de dulce con salado, es el protagonista.





Comenzamos con la hamburguesa en pan de pita. Fácil de preparar, sólo necesitamos pan de pita que venden en cualquier supermercado, nuestra hamburguesa, unas hojas de rúcula, unos cortes de zanahoria, yoghurt griego, aceite, sal y un poco de mostaza. Se fríe la hamburguesa, se calienta el pan en una sartén para que quede tierno y se abre por la mitad para introducir primero un poco de nuestra salsa hecha con un yoghurt y una cucharadita de mostaza, se incorpora la hamburguesa y se termina con la ensalada aliñada previamente con un poco de aceite y sales al curry mallorquinas, mi caso, en el vuestro lo que tengáis.
Después hice una variante, de la cual no dispongo de fotos porque fue para una cena pic nic al cobijo del castillo de Torija y el hambre pudo más que la instantánea. En ella, también sobre pan de pita, monté carne picada desmenuzando dos hamburguesas y rehogadas con manzana, orejones y pasas, según nuestro gusto, salpimentando también con una pizca de ras al hanout, añadiendo un poquito de agua (como medio vaso) y una cucharada de yoghurt griego para darle untuosidad. Acompañé también con un falafel de garbanzos y otro de bacalao y la salsa de yoghurt con una cucharadita de mostaza y medio pepino rallado. El resultado, un kebah inigualable.
Los falafel los hice triturando garbanzos en remojo la noche anterior (3/4 partes de un bote grande aproximadamente) junto con una pizca de sal, una cucharadita de comino en polvo, una pizca de curry, semilla de sésamo (como si fuésemos a hacer tahini, ya os pasaré la receta), un sobrecito de levadura en polvo y pan rallado para que coja consistencia. Los de bacalao llevan un poquito de esta masa más el pescado desalado (un paquetito de 200 gr. aprox.) y cinco patatas pequeñas cocidas todo triturado. En mi caso no tenía huevo para que casasen todos los ingredientes pero no se rompieron al freír y quedaron jugosos.