Estos animales en ocasiones suelen morder cuando introducimos la mano en la jaula. Para evitar esta situación acerca todos los días tu mano, muy abierta y muy quieta, para que el animal se acostumbre al olor. Después de una semana hacemos lo mismo pero con un dulce en la palma de la mano. A las dos o tres semanas el hamster ya no estará acostumbrado y ya no morderá.