Han limpiado Mallorca con una escobilla de váter cara

Yo me preguntaba hace poco, cómo es posible tener tanta cara desde el Partido Popular balear cuando, con las mangancias de Unión Mallorquina, se pusieron a pedir dimisiones, elecciones, pipas, caramelos y no sé cuántas cosas más.

No es cuestión de discutir si ha habido mangoneo en Unión Mallorquina que parece probado, y además, como parece que viene la primavera, de forma exuberante. No sólo no lo pongo en duda, sino que creo que la tal María Antonia Munar y sus secuaces se han puesto las botas.

Mientras tanto los peperos baleares jaleando contra la corrupción de Unión Mallorquina y echándole el toro a Antich, el President socialista –de cuya responsabilidad política no me cabe duda, pero nada más—, y sin mirarse en el espejo, donde desde hace ya dos años se les refleja la jeta de Jaume Matas, presunto corrupto de nueve delitos.

Un muchacho modelo, el tal Matas, amiguísimo de Aznar y de Rajoy en otrora. Un tipo que fue capaz de vivir con unos cientos de euros –eso es todo lo que sacó de sus cuentas en diferentes bancos—, los cuatro años que estuvo de President; este buen hombre en cuyo reinado hubo una pequeña desviación entre lo presupuestado y lo que costó el velódromo Palma Arena (de 48 millones de presupuesto paso 110 de coste efectivo). Un personaje que merece ser como mínimo ministro de Hacienda, puesto que con menos de un euro de presupuesto al día ha sido capaz de cuadruplicar su patrimonio, comprar un palacio en Palma –claro que con una rebajilla de más de millón y medio de euros— y un piso noble en Madrid. Además de más de 70.000 euros que dicen que gastó su esposa en cuatro meses, con dinero efectivo, en chiquilladas como joyas o un reloj Cartier. Luego dirán que lo de los panes y los peces es único.

Fíjense de los delitos que le acusa el juez, nueve en total: prevaricación, cohecho, malversación de caudales, apropiación indebida, falsedad documental, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito fiscal y delito electoral. Vamos un Fabra bis, sólo que éste está más solo que la una y no consigue cambiar los jueces que han de juzgarle.

La campaña del Partido Popular en 2007 fue enorme. Se gastó más que nunca, eso sí, pagado en gran parte con dinero negro. Es lo que tiene ser pobre, el dinero del Partido Popular de Baleares se guardaba debajo de un ladrillo. Será que no se fían de los bancos. Y no me extraña, seguro que sabían que venía la crisis.

Lo más escandaloso fue cuando el juez decidió ir de visita a ese palacete de Palma, rebajadísimo, y se encontró que entre los arreglos y el contenido se habían gastado dos millones de euros. Como ven, el dinero sale por todos lados. Este rey Midas, que es Matas, se compró entre otras cosas 40 felpudos a 800 euros cada uno, 40 bolsos a 1500 euros cada uno, cortinas por valor de 38000 euros y la guinda de la tarta, una escobilla de váter de 375 euros.