Disney sigue explotando el extenso filón del universo Star Wars a razón de película por año. No sé qué cantidad de dinero pagarían por los derechos, pero por desproporcionada que fuera, estoy seguro que se amortizará. Y es que Star Wars ha dado y dará para mucho más. Si atendemos a la cantidad de libros que recogen todas las historias que han tenido lugar en la lejana galaxia, su desarrollo cinematográfico puede abarcar varias generaciones más.
En esta ocasión tocaba explorar los orígenes del héroe Han Solo. Bribón, ligón, busca líos, amigo de lo ajeno y sobre todo leal amigo de sus amigos. Conoceremos el comienzo de su amistad con su inseparable compañero Chewbacca, o como se hizo con su mítico Halcón Milenario.
Dejando a un lado el interés económico de estas producciones paralelas a la saga original, mi opinión es que no lo están haciendo mal. No son churros para vender rápido y con buenos beneficios, sino que han elegido actores de calidad y cuidan al detalle toda la ambientación propia del Star Wars original. Señalar la elección del actor que interpreta al joven Sólo, cuya sonrisa y forma de moverse encajan a la perfección con el Solo de Harrison Ford.
Y así, poco a poco vamos cubriendo todos los huecos y lagunas que las otras películas nos insinuaron en diálogos y comentarios al margen del hilo principal. Y lo mejor sin duda es que queda mucha galaxia por explorar...