Aunque a muchos les sorprenderá esta entrada del blog, porque seguramente ya los habrá visto hace días o incluso semanas, hoy es el primer día que veo los primeros carruseles de vencejos residentes en Oviedo, mi ciudad. Ya había visto algunos grupos fuera de Asturias, donde llegan antes que aquí porque siguen otras rutas migratorias. También ví algunos grupos en migración, cuando pasan rápido sin detenerse y sin hacer ruido.
Cuando llegan los vencejos, los que crían en nuestros pueblos y ciudades, no pasan desapercibidos. Forman grupos ruidosos que gritan sin cesar y vuelan entre los edificios, avisando a todo el mundo de que ya han llegado.
Nunca pude entender cómo a la mayoría de la gente les pueden pasar desapercibidos. ¿Cómo no se quedan embobados mirándolos? ¿Cómo no se asombran al ver a uno de los animales más fascinantes que existen, un prodigio de la evolución capaz de volar sin descansar durante un año, sin posarse, sin detenerse nunca? Un animal que come, duerme y se aparea sin necesidad de tocar el suelo.
Os dejo este precioso poema de Unamuno, escrito en 1908, que describe mejor que cualquier libro científico a estas maravillosas aves.
HAN VUELTO LOS VENCEJOS
Han vuelto los vencejos;las cosas naturales vuelven siempre;las hojas a los árboles,a las cumbres las nieves.
Han vuelto los vencejos;lo que no es arte vuelve;vuelta constante es la naturalezapor cima de las leyes
Han vuelto los vencejos;¿ves como todo vuelve?todo lo que ha brotado al sol desnudo,de la inexhausta fuente;todo lo que no fue de algún propósitoproducto endeble.
Han vuelto los vencejos;¡augusto ritmo, única ley perenne!¡el año es una estrofadel canto permanente!
Todo vuelve, no dudes, todo vuelve;vuelve la vida;¡vuelve la muerte!¡cuanto tiene raíces en la vidaal fin y al cabo vuelve!
¡Han vuelto los vencejos,y al pecho aquellas mismas ansias vuelven…!Ahora comprenderás lo que en la vidaquiere decirnos: «¡Siempre!»
Siempre, quiere decir la vuelta, el ritmo,la canción de la mar en la rompiente;si la ola se retiraha de volver, pues es de lo que vuelve.
Vuelve todo lo que es naturaleza,y tan sólo se pierdelo que es remedo vano de los hombres,sus artificios, invenciones, leyes…
Han vuelto los vencejos,como ellos vuelven…¡siempre!:con su alegre chillar el aire agitany el cielo, con su raudo ir y volverse,al caer de la tardecobrar vida parece.
No se posan ni paran, incansables;sus pies ¿a qué los quieren?les basta con las alas,criaturas celestes.
Con ritmo de saeta, ritmo yámbico,los versos vivos de su vuelo tejen,chillando la alegríade sentirse vivientes…
Han vuelto los vencejos;los del año pasado, los de siempre,los mismos de hace siglos,los del año que viene,los que vieron volar nuestros abuelosencima de sus frentes natura fuerte,verán también volar, negros y leves.
Han vuelto los vencejos;criaturas del aire que no mueren—¿quién muertos los ha visto?—heraldos de la vida, amantes fielesdel largo día de la mies dorada;¡han vuelto los de siempre…!
¡Vencejos inmortales,alados hijos de natura fuerteheraldos de cosechas y vendimias,mensajeros celestes,bienvenidos seáis a nuestro cielo,vosotros… los de siempre!
Estad atentos, fijaros y disfrutad de ellos, porque a finales de agosto, sin avisar, se marcharán de nuevo y nos volveremos a quedar huérfanos de sus vuelos y sus gritos hasta la siguiente primavera