Hangar 18

Película que he visto recientemente, y que no es un claro exponente de la ciencia ficción, pero que despierta en mi una gran simpatía, porque recuerdo perfectamente cuando de pequeño la vi por primera vez, y me dejo encandilado por completo.
La trama nos sitúa en la NASA. Un equipo de astronautas, esta poniendo en órbita un satélite, cuando les visita un objeto volador misterioso, que fortuitamente choca con el satélite, y se ve obligado a aterrizar en la Tierra. Rápidamente, el ejercito americano, procura esconder el objeto, no solo para analizarlo, sino porque las elecciones presidenciales están cerca, y es publicidad negativa. A los astronautas protagonistas, se les aparta de la investigación que se esta haciendo del aparato, y se les vincula como los culpables del accidente espacial. Se deciden a desenmascarar la mentira, y se topan con toda la seguridad del gobierno de los EEUU.
El argumento resulta interesante (sobre todo si eres aficionado a la Ufología), y es una acercamiento a lo que pudo pasar en los 50 con el caso Rosswell, y es una lástima que la película recaiga en manos de un director limitado, y de unas actuaciones muy suficientes. De todas maneras, la película esta rodada en el 1980, y verla resulta siempre simpática, y su intriga, aunque no muy bien llevada, te mantiene a estar atento a la película, sobre todo en los momentos de investigación, y como van sacando datos de la nave y las posibles intenciones de los extraterrestres.
El diseño, es el típico de la época, y la nave siniestrada, es un poco tosca, pero convincente, al igual que los Fx, que no son para tirar cohetes, pero no están mal. Quizá se podrían haber esmerado un poco más en el diseño de los cuerpos extraterrestres, pues no se diferencian mucho de los humanos, aunque en una escena de la película, se justifica lo suficiente.
Los actores no lo hacen mal, pero tampoco lo hacen bien, y hacen que la peli, parezca una simple TV movie. Entre ellos, esta el mítico Robert Vaughn, e incluso en un papel muy secundario, esta el actor fallecido hace ya años, pero que se convirtió en actor de culto gracias a Granujas a todo ritmo, John Belushi.
El director, James L. Conway, para mi es un desconocido, pero como he dicho, no logra que la película supere a un tv movie cualquiera (una lástima, pues el argumento tenía peso).
El final, queda muy abierto, y te quedas con ganas de saber más de los extraterrestres, pero es un buen final.
Por último, decir que, en su tiempo la película levanto ciertas pasiones en el mundo de la parasicología, donde incluso se llego a rumorear que estaba basada en un hecho real, narrado por uno de los investigadores que consiguieron escapar del asedio de la CIA y el ejercito americano.
En definitiva, una peli que se deja ver, sobre todo por la simpatía que se le puede tener al cine hecho en los 80, y que es interesante para los amantes del fenómeno OVNI.