Hansel and Gretel: Los oscuros confines de la imaginación infantil.

“Hansel and Gretel” (2007), es un film de terror del director Yim Pil-Sung, el cual está protagonizado por Chun Jung-Myeong, Eun Won-jae, Shim Eun-kyeong y Jin Ji-hye.
Tras tener un accidente automovilístico en medio de una solitaria carretera, Eun Soo (Chun Jung-Myeong), va a parar a una misteriosa cabaña llena de dulces y juguetes, donde habita una extraña familia que parece dominada por los gustos y los caprichos de sus tres pequeños hijos. Todo va bien al principio hasta que el joven se da cuenta de que, por más que lo intenta, no puede salir del bosque que rodea esa pequeña e idílica casa, cuyos habitantes esconden un oscuro secreto.

Hace ya un par de años que la industria cinematográfica surcoreana viene produciendo películas interesantes y cautivadoras, en especial a lo que se refiere al género fantástico. Lamentablemente, dichas producciones suelen llegan con bastante desfase a algunos rincones del mundo, y para colmo no consiguen demasiada publicidad por lo que poca gente se entera de su existencia. Este es precisamente el caso de “Hansel and Gretel”, segunda película del director Yim Pil-Sung, quien también estuvo a cargo del guión. En esta ocasión, el director da vida a una oscura y retorcida reinvención del cuento creado por los Hermanos Grimm, en el cual una pareja de niños se convierten en los prisioneros de una bruja cuya casa está hecha de jengibre. Los sueños infantiles, la pérdida de la inocencia y el poder de la imaginación, son parte de los temas que toca Pil-Sung en esta historia que entrelaza la fantasía con el horror y el drama, y que a diferencia del cuento original, esta relatada desde el punto de vista de un adulto.
La trama gira en torno a Eun Soo, un tipo joven que se encuentra de camino a ver a su madre quien está sumamente enferma, viaje que aprovecha para evitar afrontar el hecho de que está próximo a convertirse en padre. Mientras intenta contactarse con su novia, este pierde el control del auto y va a dar en medio de un solitario bosque. Cuando despierta completamente desorientado, se encuentra con una niña llamada Young Hee (Shim Eun-kyeong), quien le ofrece ayuda para salir del bosque. Sin embargo, debido a que ya ha oscurecido la niña le sugiere que pase la noche en su casa y que por la mañana intente regresar a la carretera. Al ver que no tiene otra alternativa más que seguir la niña, Eun Soo llega a la casa donde Young Hee vive con su hermano Man-bok (Eun Won-jae), su hermana Jung-soon (Jin Ji-hye), y sus padres quienes no parecen tener otra preocupación más que consentir a los tres pequeños. Para su sorpresa, al interior de esta casa que parece haber sido sacada de un cuento de hadas, el teléfono aparentemente está en reparaciones y su celular no consigue captar señal alguna, convirtiendo al lugar en una suerte de colorido Triángulo de las Bermudas.

Los problemas para Eun Soo comenzaran el día siguiente, cuando se da cuenta que no sólo no puede contactarse con el resto del mundo, sino que además el bosque es un laberinto gigante que parece no tener salida. Las cosas se complicarán aún más cuando los padres de los niños deciden ausentarse de sin previo aviso de la casa, obligando a Eun Soo a permanecer más tiempo en el lugar. Es entonces cuando ve el verdadero rostro de la peculiar familia, al mismo tiempo que empiezan a suceder extraños acontecimientos al interior de la casa, lo que hace suponer que la esta se encuentra bajo alguna clase de embrujo. Sonidos provenientes del techo, misteriosas figuras que se pasean amparadas por la oscuridad, o pasillos que parecen cambiar de forma cada vez que los visitan, forman parte del día a día del protagonista en la casa de sus anfitriones. Es por esto que con cada día que pasa atrapado en el colorida pero tenebrosa casa, Eun Soo comienza a perder la razón y a temer que el secreto que esconden los niños bien podría costarle algo más que su vida.
Si bien la cinta explora el lado siniestro del mundo infantil, retratando por momentos al pequeño Man-bok como una figura casi demoniaca, el director durante gran parte de la historia se mueve por la delgada línea que impide que el espectador satanice a los pequeños, pero que al mismo tiempo tampoco permite que uno los identifique como víctimas. Al igual que en el cuento escrito por los hermanos Grimm, los adultos son la raíz del problema. Han sido sus actos los detonantes del violento y caprichoso comportamiento de los niños, quienes han convertido la idílica casa en el campo en una suerte de santuario que resguarda su inocencia perdida y su deseo de niñez eterna. Para reafirmar esta idea de que son los adultos quienes al amenazar el mundo de fantasía autoimpuesto por los niños, provocan que estos cometan actos impulsivos y horrendos, además del protagonista, a la casa llega una pareja que no es lo que aparenta, y cuya actitud hacia los pequeños deja bastante que desear. Además el director introduce un flashback que explica como los niños llegaron a crear el mundo en el que ahora residen, y las razones del porqué desconfían tanto de los adultos, junto con establecer algunos paralelos con el cuento de los hermanos Grimm (por ejemplo en lo que concierne a la ocupación del horno, al canibalismo, y a la perdida de la inocencia antes mencionada).

Si bien son el suspenso y el horror los géneros que dominan la primera mitad del film, ya en su último tramo la historia entra más al terreno del drama, convirtiendo al relato en una fantasía agridulce que intenta recordarnos la importancia de valorar a nuestros seres queridos. En el ámbito de las actuaciones, la totalidad del elenco realiza un excelente trabajo. Chun Jung-Myeong interpreta de buena manera a un protagonista carismático con el que no resulta difícil identificarse. Por su parte, el trío de niños son capaces de transmitir sin problemas la dualidad de sus personajes, resultando verdaderamente aterrorizantes por momentos, mientras que en otras ocasiones logran provocar cierta simpatía e incluso algo tristeza. Lo que sin duda se destaca en esta película es el apartado visual y el estupendo trabajo de fotografía de Ji-yong Kim. Pese a las tonalidades alegres que abundan en el curioso hogar de los tres hermanos, de todas formas este logra convertirse en un lugar siniestro donde por las noches los peligros abundan en cada rincón de la casa. Resulta curioso ver como alegres pinturas de conejos, muñecas de trapo, e incluso dibujos infantiles se convierten en objetos amenazantes y siniestros. Afortunadamente, la banda sonora compuesta por Byung-woo Lee cumple un rol fundamental a la hora de realzar la atmósfera de terror que domina algunos pasajes del film, mientras que en otros ayuda a convertir el horror en sentimentalismo.
Tal vez lo más criticable de la cinta, es que el buen ritmo narrativo que domina gran parte del relato decae en el tramo final de la película, por lo que uno termina sintiendo que la historia se extiende innecesariamente más de la cuenta. En líneas generales, “Hansel and Gretel” se presenta como una interesante reinvención del clásico relato de los hermanos Grimm, donde si bien cambian los protagonistas, los temas que se tocan terminan siendo prácticamente los mismos. Por otro lado, el film también presenta algunos paralelos con cintas como “El Laberinto del Fauno” (2006), en especial a lo concerniente a la fusión de elementos fantásticos con el mundo real. En definitiva, “Hansel and Gretel” fácilmente califica para ser considerada como una de las mejores películas asiáticas del último tiempo, no sólo por su indiscutible atractivo visual, su inteligente historia y su interesante mezcla de géneros, sino porque además refleja de buena manera la dualidad existente en los cuentos de hadas.

por Fantomas.