Hanson, N. R., Constelaciones y conjeturas. Madrid, Alianza, 1985 [texto original editado como Constellations and Conjectures. Dordrech (Holanda), Reidel Publishing Company, 1973.
Es un libro complejo, pues se trata de la edición póstuma de unos manuscritos que iban a ser la última obra de Hanson, que falleció sin acabarla, en 1967. En la introducción, Stephen Toulmin señala que los materiales que Hanson usaba para preparar esta obra son los propios de principios de los años 60, esto es, antes del descubrimiento de los textos perdidos de las Hipótesis, de Ptolomeo, que se produjo en 1967, precisamente. De modo que es posible hallar en el conjunto de esta obra una orientación que sin duda sería otra en caso de haberse escrito unos años después. No obstante, los editores deciden no llevar a cabo ninguna adaptación porque el centro argumental del libro es de carácter filosófico, “versando acerca de la naturaleza de la explicación” (pág. 12), y porque representa la opinión última del autor sobre la evolución histórica de la astronomía antigua, medieval y renacentista.
En cuanto al tema de la explicación científica, Hanson polemiza con Hempel en torno al binomio explicación/predicción. Hempel opina que hay una simetría lógica entre ambos elementos, una conexión temporal: predecir es explicar algo antes de que ocurra; explicar es predecir algo después de que ocurra. Hanson, en cambio, piensa que esa forma lógica sólo se ha dado durante el siglo XVII, en la ciencia galileana, mientras que en la mayor parte de la historia de la ciencia predominado el modelo de predecir sin explicar o explicar sin predecir. Esto es patente, especialmente, en la teoría planetaria desde sus inicios hasta el desarrollo de la física de Newton.
Hanson, según parece, intenta mostrar la tensión surgida entre el interés cosmológico y el interés predictivo, incitada desde el programa salvar los fenómenos, que provocará la separación de ambas cosas hasta la llegada de la física newtoniana.
Esta obra de Hanson se divide en tres partes: la primera trata de la teoría planetaria hasta Ptolomeo; la segunda continúa desde el medioevo hasta Copérnico; y la tercera habla de la astronomía kepleriana. Se trata, sin embargo, de una obra inacabada a causa de la muerte de su autor, pues el proyecto de Hanson consistía en una cuarta parte en la que trataría la historia de la teoría planetaria hasta finales del siglo XIX.
Según Hanson, las teorías cosmológicas hasta Aristóteles se centran sobre todo en presentar los hechos de los cielos a los que se refieren explicativamente, a través del desafío platónico y el programa salvar los fenómenos, como parámetros esenciales para comprender los modelos cosmológicos. A partir de Ptolomeo predomina la predicción sobre la explicación, como desarrollo de la preocupación por los sistemas planetarios, a partir de Aristóteles. En este proceso se ha puesto en cuestión el modelo homocéntrico propuesto por Eudoxo, derivado del desafío platónico, precisamente porque no explica bien los hechos observados, no se ajusta al programa salvar los fenómenos; de su crisis surgen los modelos derivados de la aplicación del epiciclo-deferente y de la excéntrica, de mayor calidad predictiva e incluso explicativa, pero contrariando a la tradición cosmológica heredada de la física de Aristóteles. Es aquí cuando se abre una profunda fisura entre la cosmología explicativa y la astronomía instrumentalista y predictiva, que perdurará hasta Kepler.
Hanson sitúa a Ptolomeo, precisamente, en el bando de los instrumentalistas puros, y esto sucede porque el autor no ha tenido acceso al descubrimiento de Goldstein del texto ptolemaico perdido de las Hipótesis de los planetas, en 1967, el mismo años del fallecimiento de Hanson, texto en los que se muestra el Ptolomeo cosmólogo.