I turn 38 today! 38 years full of experiences and, most of all, lessons that I want to share with you 'cause I think you'll find them useful whatever the age you are.
Hoy cumplo 38 años. 38 inviernos que me han hecho vivir muchas cosas, quizás más de las que esperaba en algunos sentidos, y menos de las que esperaba en otros. Pero bien vividos, en cualquier caso, porque me han enseñado estas cosas que, tengas la edad que tengas, creo que pueden venirte bien también a ti.
Estas son las 10 lecciones que he aprendido -o estoy aprendiendo- en estos años:
Procura siempre tener un plan B... aunque no lo necesites. ¿Qué harías si no sigues conservando tu actual trabajo? ¿Qué pasaría si tienes que cambiar de ciudad? ¿Y si eso por lo que tanto estas luchando finalmente no se cumple? Ojalá no tengas que saberlo, pero nunca está de más haberle dado una vuelta, por si acaso. Probablemente eso te haga conservar la cabeza más fría si llega el caso.
La vida no siempre es como la habías planeado... y no pasa nada. Creo que casi todos, cuando éramos pequeños, nos imáginabamos nuestra vida a los 20, 30, 40... Y puede que la realidad no tenga nada que ver con lo que pensabas. Yo me imaginaba como una madre joven con dos o tres hijos, por ejemplo, y de momento aquí sigo sin ni uno. Pero no por ello creo que mi vida sea peor. Sólo es diferente.
Aprecia lo bueno de la vida... y busca siempre el lado positivo de las cosas que no lo son tanto. Por ejemplo en el tema hijos, aunque me encantaría tenerlos, lo que hago es buscar lo bueno de no tenerlos, que también es mucho. Cuando me quedé sin trabajo hace años también saqué lo positivo, que fue poder dedicar más tiempo a estudiar otra vez, al blog, a los negocios que en ese momento David y yo estábamos empezando, etc. Hay cosas que no puedes cambiar, pero sí puedes cambiar tu actitud hacia ellas.
Intenta ser más flexible... y serás más feliz. Yo soy maricuadricualada cuando se trata de mis planes y mi agenda. Como tenga pensado hacer algo y por lo que sea no pueda, me pongo de mal humor. Así que, poco a poco (muy poco a poco) estoy empezando a ser más flexible en ese sentido y a pensar que, si no puedo hacer algo un día, lo haré al siguiente y no pasa nada. Ser más despreocupado en ese sentido, con las cosas con las que se puede serlo, es mucho mejor para nuestra salud (y la de los que nos rodean si somos unos malafollás como yo 😅).
No trates de ser perfecto... porque no lo serás nunca. El otro día leí en una entrevista a Miguel Ángel Silvestre que un día Jorge Drexler le dijo "la perfección ofende a los dioses" y que eso le hizo relajarse, no buscar siempre hacer todo perfecto y llegar a disfrutar más de la vida y el trabajo. Estoy completamente de acuerdo. Debemos tratar de dar lo mejor de nosotros en todos los aspectos, pero no dejar que la perfección absoluta nos nuble la vista o nos impida disfrutar del proceso y del resultado.
Invierte en sabiduría... no dejes de aprender, de leer, de tener intereses. Como buena acuario tengo una mente inquieta por naturaleza y me encanta aprender cosas nuevas constantemente. Leer sobre un tema que te interese, ver vídeos en YouTube, escuchar podcasts, aprender o mejorar un idioma... cualquier cosa que mantenga tu mente activa, aunque sea unos minutos al día, es muy positivo porque amplía tus miras.
Rodéate de personas que te aporten... y disfruta de la soledad. No dependas de los demás para ser feliz, y elige bien tus amistades. A cierta edad podemos permitirnos el lujo de seleccionar bien con quién pasamos nuestro escaso tiempo libre, y quien no sume o, peor, sólo reste (esos vampiros emocionales que todos conocemos) mejor que se quede lejos. Y, por supuesto, aprende a estar solo y a disfrutar de ello.
No te compares... solo inspírate. Hoy en día, con esto de las redes sociales, parece que todo el mundo tiene una vida maravillosa. Todas tienen más o mejor ropa que nosotras, sus casas siempre están limpias y perfectas, tienen tiempo para viajar, estar divinas y ser las mejores madres/esposas/trabajadoras... y nosotras nos miramos y pensamos que somos unas pringadas. Pues no. No compares tu backstage con la portada de otra. Para hacer una foto estupenda ha tenido que hacer antes 20 malas, y en su vida seguro que también hay peleas con su novio, pataletas de niños, problemas en el trabajo y camas sin hacer. Lo único es que no lo enseña. Piénsalo.
Encuentra tu estilo... y gústate a ti mismo. No sé tú, pero yo a lo largo de mi vida he vestido mucho según el estilo de los novios que tenía. El primero era heavy y no me arreglaba nada, el segundo era más pijo y me vestía como si fuera mayor de lo que era, el tercero era más normal, otro que tuve era un poco surfero... y no ha sido hasta que fui más independiente en ese sentido (y en el económico, todo hay que decirlo) que no empecé a vestir como realmente me gusta, clásica pero con un toque de tendencia, y siempre buscando lo que me queda bien, no sólo que esté de moda. Ah, y juega con la moda. No tengas miedo a experimentar. Si un día te equivocas... ¡sólo es ropa!
Aprende a recibir críticas, úsalas para mejorar... y no hagas caso a todas. Otra cosa que he aprendido sobretodo con esto del blog y de las redes sociales: asume que nunca vas a gustar a todo el mundo. Ni siquiera las croquetas o la Nutella pueden, aunque mira que me extraña, pero es así. Siempre habrá alguien a quien no le entres por el ojo o te critique. Si sirve para que mejores, sé inteligente y úsalo para eso. Si solamente quieren
Estas son las diez lecciones que he aprendido en este tiempo, y estoy segura de que seguiré aprendiendo más. ¿Tienes tú alguna que enseñarme?