La serie que hoy os reseño se la compré en inglés a Nagore en el (aún llamado) Salón del Manga de Barcelona de 2015. Como digo en la entrada enlazada, había perdido la esperanza de que Ivrea volviese a apostar por la autora después de haber terminado con bastante esfuerzo Private Prince, de sólo cinco tomos, así que cuando me surgió la oportunidad, no la desaproveché y para casa que se vino. La había leído por scans completa, diría que un par de veces al menos, así que era una compra segura. Ahora, aprovechando que la bajé de la estantería donde la tenía para hacerle una foto con el resto de mis mangas extranjeros para el #ShojerosPorElMundo de PSS (tenéis mis fotos aquí y el directo que hicieron aquí), le he dado una nueva relectura y he pensado que ya que estaba le podía hacer una reseña.Por introducir un poco, la obra consta de 10 tomos publicados en la revista josei Petit Comic entre 2009 y 2012 y tuvo una adaptación a dorama japonés que estaba (no sé si sigue todavía) en Amazon Prime.ArgumentoChiwa Takanashi compagina dos trabajos para pagar las deudas del inútil de su padre: por la mañana es una oficinista en la gran compañía Mamiya y por la noche es "Chiwawa", una acompañante de hombres pervertidos en un bar de copas. Todo sea por poder conservar la casa con jardín que su querida abuela tanto cuidaba.
Una noche, en el local, es solicitada por un hombre muy guapo y serio que nada tiene que ver con los que suelen acudir al sitio. Éste es grosero con ella y la hiere en su orgullo por lo que Chiwa le lanza encima la bebida y le dice que se largue. Siendo un VIP, la chica acaba despedida, así que tendrá que buscar un nuevo trabajo. A eso le estaba dando vueltas a la mañana siguiente cuando en el trabajo es llamada por el mismísimo Presidente de la compañía. Hokuto Mamiya resulta ser, para su sorpresa, el hombre de la noche anterior. Pero no quiere despedirla, todo lo contrario, tiene una propuesta aún más alucinante: le pide que se case con él. El motivo no es que tuviera un flechazo la noche anterior sino que su abuelo, Director de la empresa, trabajó cuando era joven para la abuela de Chiwa y ésta le ayudó a formar el imperio que ahora tiene. Al saber que los descendientes de su respetada y también querida Yuko están pasando por dificultades económicas, el anciano quiere ayudarla a cambio de que se case con su nieto. Por supuesto, Hokuto no está encantado con la idea pero por ganarse el favor de su abuelo para acabar siendo Director en un futuro acepta esa loca propuesta.
Chiwa y Hokuto firman los papeles de matrimonio sin mayor ceremonia y, por hacer ver al abuelo que formarán una pareja de verdad, la chica se muda al piso de su ahora marido ¿Dos extraños que se unen en semejantes circunstancias podrán ser felices juntos? Reseña
A veces, una relectura sale bien y otras veces regular. Hay las menos en que algo que te gustaba, por haber madurado, lo ves con otros ojos y el resultado es terrible. Pues por desgracia esto último es lo que me ha pasado con esta obra, que no sé cómo en su momento (y por varias veces) fui capaz de dejar pasar comos si tal cosa ciertos hechos. Pero vamos por pasos antes de centrarme en eso.Para empezar, la serie tiene una premisa que es muy poco original, sobre todo si se han leído más joseis y/o novelas románticas adultas. Se junta por un lado el cliché del "matrimonio por interés o concertado" con el de "relación entre jefe y empleada". El primero es más común en historias con enfoque histórico, la verdad es que se hace raro en una historia contemporánea, pero bueno, nada que objetar si se lleva bien y está justificado como sucede aquí: a ambos les viene bien esa unión por sus respectivos motivos, así que adelante. Además, la autora le mete bastantes puntos cómicos y pronto hay ahí una tensión sexual que te motiva a seguir leyendo para saber cuándo y cómo se liarán de una vez. También se incluye otro cliché muy usado: el del protagonista masculino que tiene un triste pasado con ciertos misterios que querremos resolver, de ahí otro elemento para seguir enganchados otro capítulo más, y otro y otro. En cuanto al tema de la relación entre jefe y empleada, en este caso, salvo para alguna escena tópica como quedarse encerrados en un almacén, no le saca demasiado partido.Sin embargo, toca empezar a hablar de lo que me ha hecho torcer el gesto y esto es Hokuto y el machismo de la obra, especialmente el del personaje. El hombre es celoso y controlador y ya sabemos que es casi imposible librarnos de estos rasgos en los protagonistas de este tipo de historias, pero no ayuda pensar en lo de "mal de muchos...". Además, es un guarro incapaz de mantener la casa mínimamente limpia y que Chiwa llegue más que como su esposa, como su criada, a limpiar el piso, es un tanto indignante. Además de eso, no sé por qué, teniendo en cuenta por lo que ha pasado la chica, que ha trabajado mucho y desde muy pronto por el padre irresponsable que tiene, la autora se empeña en hacerla tan debilucha que se desmaya cada cierto tiempo. No es creíble y es un recurso facilón para hacer avanzar la trama. A pesar de lo dicho, durante los primeros cuatro tomos todo es llevadero y no hay nada especialmente horrible. Sin embargo, al empezar el quinto tomo, Hokuto se enfada porque ella quiera empezar a trabajar en otro sitio con mejores condiciones porque es la empresa de un ex. Lo de que los maridos debían dar permiso creía que ya lo habíamos superado (en todo caso, se reconcilian, él entra en razón y ella empieza a trabajar ahí). Al margen del tema de la relación entre ambos, el resto del manga va sobre Hokuto, su drama familiar y su aspiración para llegar a lo más alto de la empresa buscando resolver cierto misterio alrededor de la muerte de su madre. Chiwa se limita a estar apoyándole, no tienen ambiciones ni sueños propios y si quiere trabajar es para pagar los gastos de su padre sin cargar con ellos a su marido. En realidad, es muy rancio lo que se cuenta a la que te paras a pensar en ello porque la chica no vive para sí misma en ningún momento, es primero una hija responsable y luego una esposa abnegada. Incluso cuando en cierto momento Hokuto le pregunta qué la hace feliz ella responde que él lo sea. Se nota que le gusta su trabajo y lo hace no sólo por pagar los gastos de su padre pero carece de ambición, aficiones o intereses más allá. Me acuerdo por ejemplo de Midnight Secretary cómo ahí Kaya disfrutaba de su trabajo y se sentía realizada y respetada por él, o cómo, en Private Prince, Miyako adoraba la investigación histórica hasta el punto de llegar a ignorar a Wil. Ya sabemos que el machismo de Japón está muy marcado aún y todavía nos podemos dar con un canto en los dientes con el hecho de que ella no deje el trabajo para ser simplemente ama de casa como sabemos que ocurre y que, de hecho, vemos en otras mujeres que salen en la serie de manera puntual.De todos modos, lo peor es que a partir de ese momento ya comentado hay cierto in crescendo de violencia por parte de él: agarrarla del brazo con fuerza, un puñetazo en la pared, tirar una cerveza... y darle una bofetada en el tomo 7 y otra en el 8. Son escenas que pasan como si nada, la reconciliación llega en seguida y se olvida sin darle una vuelta al tema, como si no hubieran pasado. No sé por qué la autora empezó a meter estos momentos porque hasta el tomo 5 todo se había desarrollado con alguna que otra pelea pero nada tan feo como lo de aquí, simples discusiones por discrepancias en una pareja recién casada y que no se conocían hasta entonces. Es todo tan "porque sí" que, por ejemplo, en la segunda y última bofetada, Hokuto se enfada porque ella sigue pensando sólo en el trabajo de él aun cuando acaban de espantar entre él y otro hombre a alguien que la estaba siguiendo y amenazando. Es tan innecesario y tiene tan poco sentido... No sé por qué la autora dibujó estas escenas que no aportan nada salvo empañar un manga que, sin ser una maravilla, estaba siendo bastante entretenido. Es más, aún con todo lo celoso, posesivo y orgulloso que es Hokuto, veo muy fuera de su personaje su forma de perder los estribos y llegar a eso. En fin, que da igual, ya sea simple cagada de la autora o porque lo leo mal y realmente el personaje actúa acorde a como ella lo ha creado, el caso es que ahí están estas situaciones que son molestas, incómodas y hasta dolorosas de leer sobre todo porque precisamente no tienen ninguna trascendencia, ni son repudiadas y ni si quiera pide perdón. Las personas somos seres con contradicciones y debo reconocer que aquí caigo en una muy grande. A pesar de lo dicho, no puedo evitar que subjetivamente me guste la serie. Hay muchos momentos monos, divertidos e interesantes. La trama de fondo de la familia de Hokuto, sin ser el colmo de la originalidad, tiene su intriga y lees la serie con ganas de saber los oscuros secretos que esconde la familia Mamiya. No obstante, como es obvio, no puedo obviar esos momentos violentos que la autora se podría y debería haber ahorrado porque destrozan su obra. Si eso, podéis probar los primeros cuatro tomos y saltar al último para conocer el desenlace.