Te has parado a escuchar a los ríos por la noche?
Ellos hablan entonces de otras cosas.
No murmuran risas sobre los fondos arenosos,
no tararean estrofas sobre
morenos cuerpos femeninos
que se deslizan dentro para el baño,
o anchos campos plagados de cantos de pájaros,
o el remero desconocido que mira absorto las nubes
mientras él boga.
Ellos hablan de otras cosas.
Cosas que son vagabundas por los días,
cosas que son Nunca y ninguna palabra.
Si escuchas largo a los ríos en la noche,
interminablemente,
al final es como si el alma
misteriosamente recuerda su futuro.