El PSOE está desangrándose tras darse de puñaladas en el vientre, múltiples harakiris tan inesperados que ni siquiera le hacen gritar a su mayor dirigente, Alfredo Pérez Rubalcaba.
María Badía, secretaria general de los socialistas españoles en el Parlamento Europeo, le pide a la Comisión, con otros tres eurodiputados nacionalistas, que le impida a España invadir militarmente a Cataluña. Dimitió del cargo, pero no como eurodiputada.
El exconsejero socialista de Educación de la Generalidad y hermano del expresidente Pasqual Maragall, Ernest, anunciaba mientras la creación de un partido secesionista, y ante esa traición el PSOE no lo criticó: al contrario, “siempre lo apreciaremos”, dijo.
Los tres concejales del PSC-PSOE de Santa Coloma de Farners (Gerona), 10.000 habitantes, denuncian en una moción que España oprime a Cataluña, piden la oficialidad de la senyera independentista, que Artur Mas “declare unilateralmente la independencia” y “la reunificación política de los Países Catalanes”.
Centenares de concejales socialistas catalanes apoyan las exigencias del secesionismo al abstenerse en las mociones de independencia, contagiados por el virus de ERC y CiU.
Todo sumado, socialismo, nacionalismo, imperialismo, recuerda la transformación del izquierdismo alemán en los 1930.
Aparece así un PSOE sin doctrina, sentido del Estado, ni energía, más la creciente corrupción en sus cuadros, especialmente en Andalucía.
Añádase el descalabro electoral de hace 11 meses, el declinar en Asturias y Andalucía a pesar de gobernar allí en coalición con comunistas, y el hundimiento en Galicia y el País Vasco.
Si Carme Chacón, del PSC, releva a Rubalcaba, anticipará el gorgoteo final: fuera de su partido nadie se fiará de ella, porque es la esencia de ese socialismo catalán del que salen independentistas por todas partes.
El viejo partido está matándose a sí mismo; el harakiri del PSOE, realmente, es también el de España, aunque el PP vea positiva la muerte del rival.
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JAMES SKINNER
Como todos los meses el escritor e ingeniero inglés hace su análisis y diagnóstico de España en la revista HackWriters. Esta vez lo titula Invasion and Freedom y es un paseo dolorido por todo el país, con sus manifestaciones, divisiones, independentismos, y también la comparación entre el caso de Escocia y Cataluña. Una sana lectura porque es la visión de alguien que sin ser español ama y sufre por este país.
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Hace algunos años el cronista recordó que en su infancia en Galicia había quien practicaba durante la Noche de Difuntos unos ritos, mezcla de tradición y superstición, a la que algunos llamaban Samain.
Con el tiempo Hollywood convirtió aquello en Halloween al explotar la tradición irlandesa del Samain y mezclarla con la mexicana del Día de los Muertos, llena de humor y sarcasmo.
Quede este recuerdo de la crónica Samain antes que Halloween
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SALAS
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