Revista Arquitectura
Entre septiembre y diciembre de 2014, Paisaje Transversal, en colaboración con Zaragoza Cultural, desarrollamos #HarineraZGZ, un proceso de participación mediante el cual agentes sociales y culturales de la ciudad, junto al tejido vecinal del barrio, definieron los usos y el modelo de gestión de esta antigua fábrica: un centro cultural abierto, participativo, solidario y cogestionado por el Ayuntamiento y la ciudadanía. El próximo 19 de marzo, Harinera San José abre sus puertas para que cualquier persona con un proyecto cultural en mente pueda ponerlo en marcha.
Como arquitectos urbanistas, que la antigua fábrica de harinas de Zaragoza vuelva a tener un uso no solo nos ilusiona, sino que prueba que cada vez son más los proyectos que profesionales y asociaciones vecinales o colectivos socioculturales vienen impulsando con el objeto de reutilizar todo aquel edificio vacío que se halle en nuestras ciudades.
Esta antigua fábrica de harinas, cuyo edificio principal data del siglo XVIII, fue en sus orígenes un molino de aceite. Es la última representante del pasado industrial de San José, hasta que en 2011 dejó de funcionar y comenzó un proceso de abandono que terminó con la intervención del Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la Sociedad Municipal Zaragoza Cultural y con el asesoramiento de Paisaje Transversal. Juntos arrancamos un proceso de participación vecinal, social, cultural y colectivo, con el fin de dar vida al espacio a través del uso cultural. De ser un edificio degradado ha pasado a ser un foco de creación activa, una iniciativa pionera y mucho más ambiciosa que un centro cívico o una casa de la cultura.
Los ejes fundamentales del proyecto han sido la participación activa, el empoderamiento de la ciudadanía y la transformación urbana a través de la creatividad abierta a la participación del tejido vecinal, con el horizonte puesto en una futura autogestión comunitaria del espacio.
A partir de 2014 se constituyó de maneras estable el grupo motor del proyecto, el colectivo Llámalo H, compuesto por más de 30 agentes de ámbitos tan variados como la arquitectura, la danza, el teatro, las artes plásticas, la gestión cultural, el diseño gráfico, el audiovisual, el reciclaje creativo y la autoconstrucción. El proceso de participación se articuló a través de cuatro talleres participativos, dos líneas de trabajo transversales, el grupo motor y con el apoyo de los canales de comunicación digitales, además de realizar un viaje a Pamplona y Bilbao para conocer de primera mano dos espacios de referencia como son Jazar y ZAWP.
Harinera nace con la gran convicción de sumar y aportar al ecosistema cultural de la ciudad aragonesa, y todos sus esfuerzos residirán en promover y fomentar colaboraciones con otros espacios que cuenten con menos recursos. Además, abrirá diversos espacios para la reflexión y el diálogo, en los que se podrán conocer otras experiencias de cultura comunitaria, debatir en torno a cómo podemos transformar nuestro entorno a través de la creatividad, o simplemente propiciar momentos para encontrarnos, relacionarnos, conversar y construir comunidad. El próximo sábado, 19 de marzo, a partir de las 12.00 horas el espacio vivirá su jornada de puertas abiertas animada por el Colectivo Llámalo H. Los vecinos del barrio y la ciudadanía podrán conocer las instalaciones y los distintos proyectos que se van a desarrollar en ellos. Por la tarde, a las 20.00 horas, se llevará a cabo la actividad Bookjockey, y a las 20.30 horas tendrá lugar en el contiguo Jardín de Sergio Algora un concierto en el que participarán varios grupos. La fiesta continuará en tres salas de conciertos a partir de las 0.30 horas. El domingo, día 20 de marzo, a las 11.00 horas comenzará una actividad infantil seguida de un Ranchoteck que aunará comida y música. La programación al completo está disponible en el evento ¡(H)ABRIMOS HARINERAZGZ!
El éxito de Harinera prueba que un edificio público en desuso puede volver a la vida. Casos como este los encontramos en países como Holanda o Australia, donde los ayuntamientos de Rotterdam y Melbourne hace tiempo pusieron en marcha proyectos para la reutilización de sus edificios vacíos, contando con la participación de empresas locales y asociaciones de vecinales.
La clave, como hemos dicho en varias ocasiones, reside en contar con la opinión de la ciudadanía, que los ayuntamientos pongan en manos de los vecinos y de los especialistas estos edificios, para que juntos podamos dotarlos de la segunda vida que merecen.
Créditos de las imágenes: Imagen 01: Espacio interior de Harinera (fuente: Heraldo) Imagen 02: Cartel del evento de inauguración (h)abrimos Harinera (fuente: HarineraZGZ y Recreando Estudio Creativo)
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