Entre marzo y mayo de este año tuvo
lugar en Zaragoza un ciclo formativo de lo más peculiar. Gratuito
-perfecto para los tiempos que corren- y sin complicados procesos de
selección de futuros estudiantes, la titulación tiene por encargo
enseñar a las mentes más inquietas de Zaragoza las claves para
promover y gestionar proyectos culturales.
Conocido como No-máster sobre gestión y proyectos culturales, aprender a poner en marcha una
iniciativa cultural, encontrar la financiación adecuada o saber
darle difusión a un proyecto de este tipo forman parte de los
conocimientos que las personas asistentes al mismo pudieron adquirir.
En este «máster», no hubo exámenes ni profesores que diesen la
vara con temas aburridos. La única condición fue ser participativos
y poco remilgados, con predisposición «a mancharse las manos» si
hacía falta.
A diferencia de otros, este curso no se
realizó en la Universidad de Zaragoza, sino en el centro para
emprendedores Zaragoza Activa-Azucarera y con vistas a formar a la
gente que ha aportado ideas para dotar de uso a la Harinera del barrio San José, una antigua fábrica de harinas que lleva cerrada
desde 2001 y por la que la vecindad venía reivindicando su apertura
y puesta en marcha como espacio público y cultural.
El proceso #HarineraZGZ
Entre septiembre y diciembre de 2014,
Paisaje Transversal, gracias a un contrato público con Zaragoza
Cultural -la sección del Ayuntamiento encargada de promover y
gestionar las actividades culturales de la ciudad-, desarrollamos
#HarineraZGZ, un proceso de participación mediante el cual agentes
sociales y culturales de la ciudad junto al tejido vecinal del barrio
han definido conjuntamente los usos así como un modelo de gestión
«líquido» -al principio el edificio contará con un modelo público
y, poco a poco, éste irá mutando hacia uno más abierto y
participativo hasta alcanzar la gestión comunitaria del espacio- que
esta antigua fábrica tendrá una vez que haya abierto sus puertas
este mismo año
Este nuevo equipamiento de la capital
aragonesa servirá como espacio para que cualquier persona con un
proyecto cultural en mente pueda ponerlo en marcha. Y aunque todavía
queda tiempo para que se inaugure el espacio creativo Harinera en San
José (lo hará previsiblemente en octubre, aunque ya se han
realizado algunas actividades como la celebración del entierro de una cápsula del tiempo en la entrada principal del edificio), de poco
sirve contar con un espacio si no hay personas que sepan cómo
dotarlo de contenido, cómo gestionarlo o cómo financiar las
actividades -de ahí la importancia del No-máster cultural-.
Revivir un espacio vacío
Que la antigua fábrica de harinas de
Zaragoza vuelva a tener un uso es un ejemplo más de los múltiples
proyectos que profesionales provenientes de la arquitectura y el
urbanismo, asociaciones vecinales o colectivos socioculturales vienen
impulsando con el objeto de reutilizar todo aquel edificio vacío que
se halle en nuestras ciudades.
Porque, aunque parezca lo contrario, un
edificio público vacío puede volver a la vida. Así ocurrió con un
equipamiento público vacío situado en Náquera, un municipio de las
afueras de Valencia. Construido en 2010, de 3.000 metros cuadrados y
cuatro plantas, tan sólo se empleaba parte de la segunda como
biblioteca pública. Gracias a la iniciativa del concejal de
urbanismo de la localidad y un innovador proceso participación ciudadana dinamizado por nuestra oficina, dicho edificio acoge, desde
2012, unas 24 actividades culturales permanentes y se ha convertido
en uno de los espacios más emblemáticos de Náquera.
Éxitos que también encontramos en
otros países, como Holanda o Australia, donde los ayuntamientos de
Rotterdam y Melbourne hace tiempo pusieron en marcha proyectos para
la reutilización de sus edificios vacíos, contando con la
participación de empresas locales y asociaciones de vecinales.
Sobre todo, de estos últimos. Y es que
para revivir un espacio vacío resulta fundamental contar con la
opinión de la ciudadanía y, sobre todo, con las nuevas ideas que
puedan ofrecer en torno al nuevo uso de un edificio abandonado.
Porque ¿acaso tendría sentido dotar de nuevas funciones un espacio
público si los ciudadanos no le encuentran utilidad?
Con el No-máster, la Harinera de San
José no quería hacerle la competencia a la Universidad de Zaragoza,
pero sí ofrecerle a todas las personas involucradas en #HarineraZGZ
los conocimientos necesarios para que sepan canalizar toda la
creatividad desatada durante el proceso de participación ciudadana
previo en proyectos culturales tangibles y sostenibles. Porque el
espacio creativo va a necesitar de muchos de ellos una vez abra sus
puertas este año.
Este artículo ha sido revisado y
modificado según el texto original publicado en el blog Seres
Urbanos de la versión digital de El País.
Para conocer más en detalle el desarrollo de #HarineraZGZ, el proceso de participación ciudadana para definir usos y el modelo de gestión comunitaria del equipamiento público Harinera de San José, haz clic en el siguiente enlace: http://bit.ly/HarineraZGZ
Créditos de las imágenes:
Imagen 1: Sesión del No-Master (fuente: Colectivo Llámalo H)
Imagen 2: Imaginacción, taller participativo para idear colectivamente usos y programas de Harinera (fuente: Colectivo Llámalo H)
Imagen 3: Taller participativo para la ideación de usos y programas durante el proceso Naquerant Espais (fuente: Paisaje Transversal)
Revista Arquitectura
#HarineraZGZ: Participación ciudadana para revivir una antigua fábrica de harina
Por Paisajetransversal @paistransversalSus últimos artículos
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