Año 1971Duración 90 min.País Estados UnidosDirector Hal AshbyGuión Colin HigginsMúsica Cat StevensFotografía John A. AlonzoReparto Ruth Gordon, Bud Cort, Vivian Pickles, Cyril Cusack, Charles Tyner, Ellen Geer, Tom SkerrittProductora Paramount Pictures
- Psssst... Pssst, chavalote!! Quieres pillar costo del güeno?
Harold es un chaval triste, ricachón y raruno. Nada le llena, ni las chicas, ni los coches, ni el dinero, ni la mandanga, ni siquiera Pablo Alborán. Sólo una cosa "le pone": La muerte y todo lo que le rodea. Le encanta hacerse el muerto y acudir a funerales de desconocidos. Allí conoce a una viejecita peculiar con la que entablará una extraña amistad...Hacen buena pareja, ¿verdad?
Pues me ha resultado una más que sorprendente película, sobre todo por lo inesperado, tanto en su tema como en la forma de llevarla a cabo, con un humor negro, negrísimo que le saca a uno unas cuantas sonrisas de complicidad.Aparte de la naturalidad, un tanto a su favor ha sido el punto de vista, ya que las lecciones vitales que continuamente da Maude a Harold son magníficas. Entre ambos surge una relación tan extraña como magnética.
Aparte, pese a las apariencias (las referencias a suicidios, asesinatos, muertes y demás son continuas) la película es una canto a la vida, más que a conservarla a toda costa, a disfrutar lo que se pueda mientras se pueda, puesto que llegará un día en que todo se acabe...
Y lo mejor es que es una película de 1971, muy adelantada a su tiempo y que posiblemente no fue demasiado bien entendida hace más de 40 años
"Ay Johnatan, esa cortabata es la que te regaló tu tío Andrés, verdad?"
En el apartado curiosidades, podemos ver que la música corre a cargo de Cat Stevens (si, ese que luego se cambió el nombre y se convirtió a otra religión), y el protagonista me parece una versión setentera de Elijah Wood. Si se rodara ahora un remake, yo lo escogería a él porque parece un papel escrito para él cuarenta años antes.A mi me ha gustado. Y mucho.