
Género: Fantasía.
País: Estados Unidos - Inglaterra.
Duración: 130 minutos.
Dirección: David Yates.
Intérpretes: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint, Michael Gambon, Helena Bonham Carter, Alan Rickman, Ralph Fiennes, Tom Felton, John Hurt, Brendan Gleeson, David Thewlis, Julie Andrews, Evanna Lynch, Rhys Ifans, Imelda Staunton, Warwick Davis.
"Harry, Hermione y Ron deberán encontrar la forma de recuperar la espada de Gryffindor que les permitirá destruir los últimos horrocruxes que aún no han encontrado. Mientras tanto Lord Voldemort cada día está más cerca de apoderarse por completo de Hogwarts y de conseguir su objetivo: matar a Harry Potter."





Admiro también lo sombrío que se volvió en esta última entrega: hay más sangre que en todas las películas de la saga juntas, y no sólo eso, sino que algunas escenas son condenadamente brutales; aparte, demuestra que es un fanático de la saga y no lo hizo sólo por la plata: cada escena, cada criatura, cada hechizo, todo el libro está en la película, y los efectos visuales no hacen más que complementar la narrativa de Yates, con la misma excelencia desde la primera película. La música de Alexandre Desplat es un punto y aparte: si John Williams inmortalizó a Harry Potter con su Hedwig’s Theme, la saga termina en una nota altísima también con el Lily’s Theme, una melancólica melodía que se deja escuchar al inicio del film y durante los momentos más desgarradores, que merecen atención para impactar más hondo en el espectador.

Calificación: A