Revista Coaching

¿has escogido bien a tu pareja? (i)

Por Virginia Picó

amor, enamoramiento, alma gemelaLa relación de pareja se basa en simples creencias, sí es así, aunque te cueste creerlo. Lo que tienes es lo que has elegido, por tanto no le des la culpa al universo, a la vida, a tu familia o a tus amigos, lo elegiste y es lo que tienes. Quizás y más duramente te diría que tienes lo que “te mereces” porque sólo tú fuiste el/la responsable de la elección y de las consecuencias que se derivan.

Tenemos las ideas preconcebidas por creencias absurdas. ¿Acaso crees que tener pareja es lo mismo que tener amor? Si crees que sí eres absurdo/a. Yo puedo amar a alguien y que no sea mi pareja, puedo convivir con alguien y no amarlo; por tanto las razones por la que elegimos a nuestra pareja son de lo más variadas y, muchas veces, equivocadas.

Acaso no hay personas que eligen estar en pareja por : no estar solas, tener cierta edad y pensar que no van a encontrar a nadie mejor, tener una compañía, seguridad económica, mantener un estatus social o porque “tengo una edad” y la presión social me empuja a emparejarme con el primero que venga.

No te engañes, aunque seguro que te auto-engañas… si escoges y te has equivocado, el/la único/a responsable eres tú. Si tu pareja no constituye un área de comprensión y desarrollo personal puede desarrollarse en un espacio de soledad y sufrimiento. No te engañes, a tus padres o hijos no los escoges, y si no te gustan o los soportas o te alejas. A tu pareja sí la escoges, entonces, ¿por qué te cuesta tanto replantearte tu situación?

Quizás alguna de las creencias que tenemos condicionadas te ayude a entender por qué cuesta tanto aceptar tu equivocación con la elección de pareja.

Media naranja : la fusión, ser uno con el otro. “Parece que le/la conozco de toda la vida” “Es igual que yo” “Piensa lo mismo” “Sabe y conoce lo que quiero”… estas son algunas de las frases que manifestamos en el clímax del enamoramiento, cuando nuestro cerebro, a causa de los neurotransmisores, roza la estupidez.

El mito de la media naranja la hemos oído en multitud de películas y novelas pseudo-románticas, hasta tal punto que ha formado parte de una creencia social. Esta creencia o metáfora de la pareja que es tu alma gemela, que hay alguien en el mundo que te espera porque te corresponde, el hilo rojo que te une y otras necedades son más propias de creerlas las personas con falta de autoestima y carencias afectivas severas.

El caso es que con nuestra necesidad de sabernos amados por alguien, quien sea, elegimos mal, al primero/a que nos hace caso, pensando que ese individuo/a es quien nos completa. No, no hace falta que nadie te complete, ¿acaso estás cojo/a?, necesitas a alguien que te complemente. Pero para alcanzar el complemento necesitas conocerte, cuestionarte tu competencia emocional y tus necesidades. Sin conocerte, sin completarte a ti misma/o no eres libre de elegir, elegirás por necesidad, pero lo justificarás como tu media naranja o alma gemela.


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