Algunos cubanos suelen tener muy mala memoria o al menos poca voluntad de reclamos. A casi nadie se le escucha decir nada respecto al CUC o peso convertible cuya muerte estaba pautada para el 31 de diciembre de 2016 y cuyo certificado de defunción no ha sido firmado por el régimen.
Al parecer la idea ahora es otra. Tras la muerte de Fidel y la confirmación de que el producto interno bruto persiste en saldo negativo, como buenos gallegos, los Castro han ordenado todo de la mejor manera: el mejor negocio que ahora se hace es no hacer nada.
Aunque la apuesta del estaticismo ha fastidiado no pocos deseos, el régimen persiste en seguir quieto en base para no correr mayores riesgos, aunque ya han corrido el mayor de todos el no hacer nada durante estos dos años de deshielo y apertura en las relaciones con los EE.UU.
Una señal se ve venir desde las conspiraciones y el rumor d los periódicos oficiales, como es el caso de Juventud Rebelde, que ahora cuestiona deliberadamente el mal funcionamiento de la coexistencia de las dos monedas en la isla.
Según el rotativo la principal queja de la población sobre esta experiencia que lleva ya dos años es el vuelto. Literalmente cuando pagan en pesos cubanos (CUP), la devolución del dinero no consumido es en pesos convertibles (CUC, equivalentes a dólares), algo que no se entiende.
La agencia EFE se ha hecho eco de la investigación e la prensa oficial cubana y ha dejado en claro que en la Isla circulan dos monedas, el CUP, en el que la mayoría de la población recibe su salario mensual, un promedio de 584 pesos (23,3 dólares), y el CUC, moneda convertible en divisa, en la que se venden productos manufacturados, equipos electrodomésticos y se pagan varios servicios. Al cambio oficial, un peso convertible equivale a 25 pesos en la moneda nacional.
Las transacciones en tiendas y establecimientos de servicios estatales con pesos cubanos y convertibles al unísono comenzaron en marzo de 2014, como parte del proceso gradual de unificación monetaria, una de las reformas pendientes del Gobierno de Raúl Castro para “actualizar” el modelo socialista.
La parte administrativa de las unidades que en Cuba prestan servicio en las dos monedas han indicado que es común la insuficiente capacidad en las cajas fuertes y registradoras para la custodia del efectivo, la falta de personal en el área de economía, y la no disponibilidad del personal “apto” para la implementación de esta reforma.
Según los encuestados en muchas ocasiones no cuentan con moneda fraccionaria de un centavo, lo cual atenta contra el servicio y la credibilidad, y el incremento del gasto por la doble etiqueta con los precios en ambas monedas para la exhibición de los productos, lo que ha afectado la rentabilidad de la empresa.
Todos coinciden en que la dualidad monetaria es un estorbo para la actual circunstancia del país, pero la realidad es que ni siquiera se ha podido ordenar en dos años será posible que a la mayor brevedad posible se elimine y todo quede en función de una sola moneda.
La realidad indica otra razón de mucho peso…: Si es necesario esperar que la economía se recupere para implementar estas transformaciones la unificación monetaria no llegará nunca.
Amanecerá y veremos.
Con información de EFE y Juventud Rebelde.
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