No acostumbro a responder mal a las personas que me preguntan sobre temas de mi vida personal, o al menos eso creo. Pero llega un punto en el que las explicaciones se agotan y una se cansa de sentirse juzgada por la sociedad. Tampoco suele afectarme lo que me dicen los demás, pero para todo hay un límite ¿verdad?
Me haría muchísima ilusión poder celebrar el segundo aniversario de Pequeña Foquita con una toma de Ábrelo. Quiero que siga con la lactancia materna hasta que ella quiera, y desearía que fuera de aquí a mucho tiempo. A pesar de tener que aguantar comentarios tales como: Es que lo tuyo con la teta... (no sé cómo pensaba mi interlocutora terminar la frase, y prefiero no saberlo). O, eres la primera madre que conozco que da el pecho a sus hijos, todas mis amigas dan el biberón. O, esta es buena: ¿Cuándo piensas quitarle el pecho a tu hija?
A ver, desde cuándo se le niega la comida básica a una criatura. Lo más alucinante es que nadie se exclame porque una persona (una mujer, para mas concreción) pregunte cuándo quitarle la leche materna a un bebé. Así que, como no tengo narices para responder abiertamente lo que pienso (ay, la educación de colegios caros hizo mella en mi conducta) pues he decidido responder al aire, aquí, en mi querido blog. Me hubiera gustado responder: ¿y cuándo piensas tú quitarle el biberón a tu bebé? porque oye, nadie se escandaliza de ver a un niño que ya camina con su "bibi" o con un chupete por la calle cuando ya habla mejor que su madre.
Que nadie piense que estoy en contra del biberón o los chupetes. Al contrario, nunca he juzgado ni criticado a una madre por ello. Pienso que vivimos en una sociedad avanzada donde gracias a Dios cuando una mujer no quiere o no puede dar el pecho su hijo no se muere de hambre porque existen los biberones y la leche de fórmula. Pero esta sociedad avanzada debería escandalizarse más por la gran cantidad de leche artificial que toman muchos niños y dejar tranquilas a las madres que queremos y hemos tenido la gran suerte de poder dar el pecho a nuestros hijos.