¿Hasta dónde eres imprescindible?

Hace unos meses Bioimagene (y su concesionaria, Nucliber), nos presentaron un estupendo sistema de escaneado de cristales y transferencia de las imágenes.
En su momento se dejó aparcada la idea porque nos iba a suponer más trabajo: el escáner en otro hospital y nosotros teniendo que ver nuestras biopsias más las del otro que no fueran evidentes.

Estos días, leyendo La Tierra es plana, de Thomas Friedman me he acordado, y he visto que no habíamos orientado bien el aparato. No se trata de que nosotros veamos los casos consulta difíciles de otros centros, sino de que nosotros mandemos toda la carga de trabajo sencilla a otro lugar. Hispanoamérica, por ejemplo.

En el momento en que el gestor de turno se dé cuenta de que le sale más barato tener diez patólogos subespecializados y enviar la morralla fuera que tener veinte capaces de ver todo, la máquina se instalará.
No es descabellado. Ahora hay un equipo de citotecnólogas entrenadas en ver citologías y discernir entre sana y sospechosa. El patólogo sólo ve las sospechosas. Es una optimización del tiempo. Simplemente imaginemos que esas citotecnólogas no están aquí, sino en Argentina, y cobran sueldos acordes a dicho país, no al nuestro, y tendremos un caso más de subcontratación (outsourcing) al uso.
Por lo visto se hace ya con los radiólogos en Estados Unidos mandando las TAC por la noche a Bangalore y recibiendo los informes por la mañana.
Y lo cuentan también (pero no he podido contrastarlo) de Noruega. Un país con clima hostil y difícil traslado entre ciudades en el que los equipos de patólogos están en las grandes ciudades, recibiendo las imágenes de los hospitales pequeños con uno o dos médicos en el departamento. La justificación que dan es que todos los ciudadanos tienen derecho a la misma asistencia de calidad, independientemente del tamaño de la ciudad donde vivan, pero en definitiva se trata de lo mismo: ahorrar costes mandando fuera el trabajo que pueden hacer otros, en vez de montar equipos más grandes.

Es el momento de enfocar, detectar las disciplinas básicas e imprescindibles ¹ y centrarse en lo que nos hace necesarios. No hay que luchar por mantener competencias o trabajo, sino por liberarnos del que nos lastra y perfeccionar el que mejor se nos da.

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1.- Por ejemplo, todavía no se puede enviar de manera suficientemente rápida la biopsia físicamente a otro lugar…