Estos cuatro años de rodillo parlamentario provocado por la mayoría absoluta del Partido Popular, han servido para que un Gobierno de España presidido por Mariano Rajoy Brey haya hecho los deberes marcados por una persona ajena a nuestra vida y nuestras costumbres como Ángela Merkel.
Con la excusa de la crisis del 2008, han aplicado sin miramientos las recetas en contra de la mayoría de los ciudadanos de a pie que sustentamos este sistema llamado democrático.
Cuando escribo esto, no se nada de lo que ocurrirá el 20-D. Sea el que sea el resultado del escrutinio, quiero que surjan unas nuevas mentes políticas que sepan que hay que gobernar con otros mimbres, por cierto, muy distintos a los que nos han acostumbrado desde la aprobación de la Constitución del 78.
Durante mucho tiempo los políticos se han llenado la boca de regeneración y transparencia democrática y desde luego ha sido un continuo "marear la perdiz" sobre estos temas. No han hecho nada de nada y desde luego lo que sí han hecho es meter la mano en el cajón de lo público, saliendo ilesos las más de las veces de los delitos de robos perpetrados a manos llenas.
Espero y deseo que el día después de la constitución del nuevo Parlamento, sea por fin el comienzo del cambio de una nueva forma de regir los destinos de mi país.
Lo digo puesto que, si no se cambia la forma de gobernar, tendremos otros cuatro años perdidos en la inmensidad de la nada para los ciudadanos.
Hasta el 14 de enero de 2016, querido Parlamento.