Desde sus origenes rioplatenses los historiadores del tango han definido grandes etapas estilísticas en la evolución del género. Se distingue una etapa primitiva, anónima y popular, centrada en las comunidades de la ciudad, de una etapa de definición del género denominada Guardia Vieja, en la que el tango adquirió identidad propia, comenzó a ser registrado por músicos profesionales y alcanzó una amplia difusión geográfica y social. Le sigue la Guardia Nueva o etapa decareana, en la cual el tango alcanza madurez, refinamiento y difusión internacional. Como resultado de esta evolución, el tango alcanza su llamada Edad de Oro.
En la década de los setenta el tango sufrió también la confrontación generacional y contracultural que llevaron adelante los movimientos juveniles en todo el mundo, y evolucionó hacia formas musicales que dieron prioridad al tango oído sobre el bailado. El renovador indiscutido fue el Ástor Piazzolla, corazón de lo que se llamó "tango de vanguardia".
A partir del año 2000 el baile tanguero reapareció con una gran difusión en Argentina, en Uruguay y en todo el mundo, como una cultura del cuerpo, de la expresión y de la relación sensual entre dos personas. Aquí apareció el tango electrónico, un estilo musical creado por la fusión entre el tango y la música electrónica. Pioneros en esta nueva edad del tango fueron Gotan Project y Bajofondo, Otros Aires, Tanghetto y San Telmo Lounge.
La primera banda que produjo toda su música en forma digital fué Tranxgo, nuevo ícono del género.
Los nuevos luthiers del siglo XXI ahora son ingenieros, programadores, diseñadores y técnicos, pero son quienes manejan los instrumentos virtuales de última generación.
Como todo estilo musical tiene sus detractores y defensores. Yo pienso que en la variedad se da gusto a todo el mundo. Con el ritmo o el estilo que más te llegue lo importante es bailar.