Hasta que nos topamos con Rouco

A ver, que levante la mano quién de ustedes no ha participado nunca en una sobremesa en la que se comienza comentando la receta del postre que nos acabamos de zampar los comensales y se acaba hablando de la imposibilidad de que exista el diablo si dios es todopoderoso y puede eliminar el mal. ¡Ah! ¿Que no les ha pasado? ¿Cómo va a ser eso?

En mi casa se habla mucho de política. Es algo inevitable, sobre todo cuando personajes del tipo de José María Aznar hacen reapariciones estelares como la del otro día en Antena 3 y amenazan con volver. ¡Jajajá! Fue como un chiste, de verdad.

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El sábado pasado tuvimos una de esas sobremesas discutidoras, en las que después de lamentarnos y reírnos (no sé muy bien qué hicimosprimero) de las ocurrencias de nuestro amigo Ansar, saltamos con agilidad a la nueva ley que el Gobierno de España quiere aprobar para controlar el uso ilegal de viviendas turísticas e, ipso facto, a las maravillas y comodidades del ibook.

Danzábamos de un tema a otro con una naturalidad pasmosa, como si el ibook y el turismo fueran hermanos. La sobremesa iba de maravilla, muy ágil, amena y divertida, todos en sintonía, hasta que nos topamos con Rouco Varela. En ese momento surgió una especie de campeonato dialéctico a ver quién detectaba las últimas incoherencias de la cúpula de la Iglesia Católica, como si jugáramos a ‘encuentra las siete diferencias’. Y así empezamos:

1. Si Rouco quiere contrarrestar la proliferación de santeros y brujos con la formación de sacerdotes exorcistas, ¿no supone eso admitir la eficacia de la brujería?
2. ¿Cómo es posible que si dios es todopoderoso permita que el diablo entre en los cuerpos de la gente?
3. Si para la Iglesia Católica el mal es la ausencia del bien, ¿qué es entonces el diablo? ¿un ser o la ausencia de un ser?

Bueno, y así sucesivamente. Yo creo que de haber grabado la conversación habríamos podido escribir todo un ensayo metafísico, porque aquellas preguntas continuaron durante un buen rato. Yo sigo aún sin respuestas, tampoco me quitan el sueño, la verdad, pero ¿alguno de ustedes tiene la clave para calmar mis grandes dudas?