Ayer, mientras navegaba por Internet, me encontré con una noticia triste, y que te hace pensar sobre la vida que los animales llevan en cautividad. Sobre todo en los numerosos zoos, muchos de ellos no tan bien cuidados como deberían estar, que se encuentran instalados en las grandes ciudades de casi todos los países que componen el planeta Tierra.
Así pues, la noticia informaba de la muerte de Granddad, un pez pulmonado más longevo que se encontraba en cautividad en estos momentos. Granddad, aunque no es seguro al 100×100, tendría unos 80 años de edad (es posible que fueran más), y vivía, desde 1933, en el Shedd Aquarium de Chicago (Estados Unidos). Pues bien, el Domingo, los veterinarios de dicho acuario le practicaron la eutanasia, debido a la grave enfermedad que sufría, la cual le había provocado daños en órganos vitales, a la vez que el animal había dejado de comer.
De este modo, y en este punto, yo me hago una reflexión. ¿Tuvo Granddad una buena vida en cautividad?. Pues a los datos me remito para afirmar que sí. Sin embargo, y por muy bien cuidado que estén los animales, al final, están en una especie de cárcel y no en un estado salvaje, que es lo óptimo para ellos. Yo, que no me posiciono, ni a favor ni en contra de los zoos, entiendo la necesidad del ser humano de poder disfrutar de los animales salvajes, de poder verlos, observarlos, y casi tocarlos. Y los zoos son la única manera de hacer eso posible. Empero, también entiendo que si el estado, o quien sea, quiere abrir y mantener un zoológico, este debe estar en perfectas condiciones de habitabilidad (limpieza, comida, infraestructuras). Los animales, deben estar en zonas, lo más parecidas, a su hábitat natural, y como he dicho antes, en perfectas condiciones. En caso contrario, lo mejor es cerrar el zoo y llevar a los animales a otros lugares donde puedan vivir mejor.
En definitiva, yo creo que en el caso de Granddad, la vida que se le ha dado ha sido bastante buena, si no, pienso, no habría vivido tantos años. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, en relación a los cuidados que los animales reciben en zoos y acuarios, y estar muy presentes para que esas atenciones sean fabulosas. Además, hay que denunciar todos los abusos que se cometan sobre ellos, así como denunciar en el caso de que se visite alguna instalación que no reúna las condiciones óptimas de habitabilidad.