Revista Series
Lo más atractivo de Have a Nice Day es su divertida trama criminal de corte tarantiniano -al menos el de los inicios, sobre todo el de Pulp Fiction (1994)- clara influencia en esta película del animador chino Liu Jian: incluso "roba" el famoso plano subjetivo del maletero. La historia nos presenta a personajes marginales, de los bajos fondos, que se ven mezclados con el crimen de poca monta y que buscan dar el gran golpe, para fugarse de sus miserables vidas. Sus reflexiones de tono cotidiano, con mucho humor y un poco de filosofía, marcan el desarrollo de la trama. Hay guiños a la cultura popular -carteles de películas, videojuegos y hasta de Messi, en las paredes de los escenarios- o diálogos como el de la anécdota de la infancia que cuenta un mafioso a su cautivo torturado, en la secuencia inicial; la discusión sobre si es más poderoso Buda o Dios. Eso sí, de esta película china de animación hay que advertir que está animada al mínimo. Prácticamente no hay movimiento y no creo haber visto a ningún personaje mover sus piernas. El film está compuesto de ilustraciones, dibujadas con el estilo realista y cotidiano de la línea clara del cómic indie. Un poco lo que hace Alberto González en sus cortos -Un día con Amenábar (2008)-. Este estilo, visualmente muy atractivo, resulta sin embargo demasiado estático para un largometraje. Un poco lo que ocurre con la hermosa Loving Vincent. La historia, por tanto, no tiene demasiada acción y se apoya sobre todo en los diálogos de los personajes y en la contemplación de las imágenes para establecer el tono y el ritmo (obviamente lento). Los efectos de sonido aportan un realismo físico que provoca un efecto distanciado con respecto a los dibujos. Una rareza recomendable para los curiosos de la animación alternativa.