No sería nada extraño que dentro de muy poco tiempo apareciese en la red de ventas mundial una web para viajeros, la "AMAZON VIP SPACE" que bien podría denominarse, por dos razones básicamente. Una que su mega-propietario fundador de la conocida tienda virtual Amazon de Jeff Bezos, a la que ya ha acoplado Blue Origin para secundar las iniciativas del todopoderoso impulsor de Space X Elon Musk, quien cree, dos, que para abordar el futuro hay que ahondar en el nicho de mercado multimillonario y bien conectado que ofrece una sociedad poco benefactora y enfermiza, y lo afirmaremos con rotundidad, totalmente deshumanizada y con mucha falta de compasión.
Si no hay nada ni nadie que se haya prestado a convencer al joven y rico Jared Isaacman, de que hubiese sido un acto de generosidad aplaudida donar esos 200 millones de dólares que va a gastarse en fletar una nave que dará 15 vueltas a la Tierra, y en la que ha agregado a tres "astronautas turísticos" más como un premio de consolación, ofreciendo en cambio como donación esa suma a paliar la hambruna y a los desastres que padecen las personas sin techo donde cobijarse, a sabiendas que quienes desde arriba podrán ver sus miserias de penuria a elevada distancia y altura, mientras seguramente sin inmutarse jugarán con la ingravidez, eso significará que algo anda mal en el cerebelo desgastado, podrido, egoísta y en lo antagónico de un proceder como un ejemplo de malversación y agnóstico de cualquier naturaleza que definirá a dichos tipos, que no permiten creer ya en nada ni en nadie, precisamente con respecto a una conducta indecorosa, blasfema y tremebunda, a la que les importa poco intercambiar unas secuencias cortas de su vida astral, en un cohete espacial con las necesidades perentorias que afligen a muchos que sufren con desolación una dura vida.
El primero en darse un paseo ya fue Richard Branson, otro inglés que ni queriendo se gasta lo que tiene hasta su muerte, que el 11 de julio 2021 se dio una vuelta con su propia nave Virgin Galactic, lo que viene a corroborar que eso de subirse al elevador y llegar a la Luna de un tirón pronto lo veremos. Mientras tanto el Sr. Musk sigue con su negocio, contratado por la NASA para llevar astronautas a la estación espacial y vuelos para magnates de forma normalizada a partir de enero del año que viene, algo que reafirma lo dicho anteriormente, añadiendo que habiendo tantos suicidios en el mundo podrían los autores hacer ellos un favor a la humanidad "taxidermista" y convencida de que nada justifica lo que no poco importa que al parecer es todo, suplicándoles para impedir no cometer una locura para que éstos presuntos derrochadores en lo que debería significarse como un sistema de compensaciones, sigan dando ejemplos de despotismo con su escasa solidaridad.
Dicho lo anterior, a lo mejor alguno de esos aventajados aventureros del espacio aprendería, que más valdría dar un mendrugo con salamí y un refresco a muchos, incluso millones, después de darse una vuelta por esos barrios deprimidos, hacinados y con la moral por debajo de los descalzos o desgastados pies, permitiéndoseles de ser su deseo o por tener ¨mono¨ de arrancar para arriba como sea, dejar que se suban en uno de esos columpios desvencijados, instalados en esos parques tristes en los que muchos vuelven algún día para soñar con las estrellas, y naturalmente, si su voluntad exige más retribución homenajeada, dejarles volar la cometa de muchos de esos niños que se conforman con menos que subirse a ellas.
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