Plena temporada de bodas, junio marca el pistoletazo de salida, para muchos un momento deseado y para recordar, no para mi. Nunca he tenido ese deseo, y cada año que pasa, cada boda que veo, se me quitan un poquito más las ganas. En España las bodas son un evento de lo más rancio y anticuado y a veces absurdo. Salones de boda batalleros, celebraciones religiosas sin sentimiento alguno y afán recaudatorio son las señas de identidad de la mayoría de las bodas patrias, pero por fin se empieza a ver luz después del túnel y cada vez son más las que se animan a hacer algo diferente, más vivido y menos encorsetado, mas para allegados en lugar de multitudinario, en pocas palabras, más personal. Si me caso, cosa improbable, lo haré así, porque así será MI BODA, no la de la costumbre.
Fotos: Style me pretty
¿ Sois de las que soñáis con casaros? ¿Os gustan las bodas "tradicionales"?