Muchos pensadores y expertos creen que en España hay "intocables" a los que la Justicia no puede condenar en firme porque acumulan tanta información y secretos bochornosos sobre el comportamiento y fechorías de la "casta" que son preservados para que nunca hablen y tiren de la manta. En Cataluña dicen que, a pesar de las apariencias, el "honorable" Jordi Pujol, que comparece hoy de nuevo ante el Parlament para ser investigado, es uno de esos intocables impunes porque posee demasiados secretos comprometedores para todos aquellos que han gobernado España desde la muerte de Franco. ---
Aseguran muchos politólogos catalanes que Jordi Pujol, imputado ahora por blanqueo de capitales y fraude fiscal, es intocable porque conoce demasiados secretos comprometedores para otros políticos españoles, que, si fueran aireados, el sistema político saltaría por los aires. Aseguran que, a pesar de que parece acosado por la Justicia, junto con su familia, sus violaciones de la ley permanecerán sin castigo.
Y la clave de esa injusticia es que en España existen dos tipos de aforados: Los "aforados por las leyes", esos mas de 17.000 poderosos que solo pueden ser juzgados por tribunales superiores, y los "aforados por el poder real", que son "intocables" por la información que poseen.
A ese grupo de intocables pertenecen aquellos políticos que han gobernado desde la cúspide y que han llegado a conocer, gracias al puesto que ocuparon, las sucias cloacas del Estado, donde el secreto y la discreción son las monedas de pago. En esas cloacas se decide quien debe desaparecer de la política, cómo se emplea el dinero incontrolado, a quien se obedece realmente, qué pactos desconocidos por la opinión pública regulan la visa de las naciones, a quien hay que cerrarle el paso, que personas y empresas deben ser favorecidas y como se roba con impunidad el dinero público.
Me decía un ex consejero de la Juta de Andalucía que "Cuando conoces determinados secretos, el poder jamás te abandona". Eso explica cómo personas como Ángel Ojeda, ex consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía, ha recibido un trato privilegiado desde el gobierno andaluz, que le ha regalado decenas de millones de euros para su truculento y probablemente delictivo entramado empresarial.
Cuando yo dirigía el Foro de Sevilla "Encuentros 2000", que fundé y llegó a ser uno de los tres mas destacados del país, un ex ministro de España, comentó en la mesa presidencial, ante el asombro de los presentes, que "cuando alcanzas cierto nivel de información te conviertes en intocable".
Intocables como Pujol podrían contar cosas estremecedoras que, si fueran conocidas, colocarían en estado de emergencia al podrido y debilitado sistema político español, cosas como los pactos secretos que sustentaron el apoyo catalán a los gobiernos de Gonzáles y Aznar, necesarios para que el PSOE y el PP gobernaran, o las negociaciones con Zapatero, que permitieron el avance del independentismo y la aprobación del Estatuto de Cataluña, o por qué los gobiernos han permitido desde Madrid que la Constitución sea violada y pisoteada en Cataluña, aplastando derechos fundamentales del ciudadano, o por qué Hacienda ha permitido, durante décadas, que la élite política catalana robe y burle sus deberes fiscales con temeridad incomprensible.
La cloacas del Estado existen y son pocas las personas que conocen sus secretos y la nauseabunda podredumbre que esconden. Allí se han decidido las traiciones a la nación, las violaciones de las leyes, las transacciones mas secretas, los ascensos y las caídas de personas y empresas, las operaciones sucias de los servicios secretos, operaciones encubiertas que causarían vómitos a la población y en algunos casos hasta quien debe morir.
Esa cloacas, mantenidas siempre en secreto por el poder, pueden definirse como "el pozo de los secretos inconfesables que cada Estado oculta en sus sucias entrañas". El sistema está tan podrido que aquel que llegue a conocer sus secretos ocultos, se convierte en intocable y rico mientras viva.