El futbolista brasileño Adair Mainho conocía las declaraciones de su compatriota del Barcelona, Rivaldo, en las que pedía que la selección de su país no jugara contra la catalana. Le dio la razón:
“El nacionalismo catalán quiere que lo admitan a cualquier precio en el fútbol internacional, en la FIFA. Así estaría junto a las naciones del mundo, incluida España. Ganarle a Brasil sería dar aldabonazos, digo balonazos, en esa puerta”, explicó el colega de Rivaldo.
Tras sus declaraciones, el jugador del Barça fue acusado por nacionalistas, incluso por socialistas (que como gobiernen son capaces de apoyar un partido así), y el club de no entender el país donde vive y de no respetar su espíritu patriótico.
“Es un mercenario”, “solo quiere nuestro dinero”, decían despechados algunos medios informativos catalanes. El futbolista tuvo que retractarse inmediatamente.
Mainho continuó:
“Parece que Rivaldo debería formarse en el Espíritu Nacional catalán para entender donde vive, pero él ya tiene su país, Brasil. Unos políticos que esperan construir patria aprovechando el fútbol tratan de manipular a la selección de una nación con larga historia”.
“Porque para ellos, ganar ese partido es demostrar capacidad para superar a un enemigo varias veces campeón del mundo e históricamente superior a España, y Brasil solo juega para entrenarse y divertirse, no como combatiente de una imaginaria guerra de la Independencia”.
Adair Mainho sintetiza: “¿Sabe?. Butifarra para alguas patrias, incluida la mía, que no me selecciona”.