Hoy en día, el panorama mediático español no representa, ideológicamente, a la sociedad española. Nos encontramos con un panorama desolador, donde la primacía de la derecha, si no de la extrema derecha, abarca la gran mayoría de los medios. Empresas importantes agrupan la mayoría de las marcas, tanto en televisión, como en radio y en prensa y casi todas con una ideología conservadora.
Después de la absorción de la cadena de televisión La Sexta a Antena 3, del grupo Planeta, las emisoras de televisión han quedado todas, a la derecha ideológica. Por si fuera poco, Televisión Española que ha mantenido en la época Zapatero una cierta neutralidad, hoy está amenazada por las huestes peperas que la quieren convertir, como ya hicieron en tiempos de Aznar, en una emisora portavoz del gobierno.
Una de las poquísimas islas que resiste a la derecha dentro de los medios escritos es el diario Público. Un periódico sencillo que cuenta con grandes colaboradores y un buen equipo de redacción.
Hoy, después de varios ajustes de personal y un ERE, ha declarado concurso voluntario de acreedores, lo que antes se denominaba suspensión de pagos.
El peligro de que desaparezca es inminente. Sólo hay tres posibilidades de salvación. La compra del diario por otro grupo (con el más que probable cambio de tendencia ideológica), el aumento sensible del número de ejemplares vendidos y/o el aumento de publicidad en el diario.
Como estoy convencido de la necesidad de que Público perdure, les enlazo el manifiesto a favor de la continuidad de este diario, que ha escrito Carlos París, presidente del Ateneo madrileño, y que ha sido firmado por casi 35.000 personas. Si lo tienen a bien, fírmenlo. Y si creen en que es necesario este diario, cómprenlo, así ayudarán a que siga vivo, #porquePúblicohacefalta.
Salud y República