Revista Libros

Hay que ser Uruguayo y Modesto

Publicado el 14 febrero 2012 por Barcoborracho
Surge siempre en los lectores canónicos (desde los escritores a la prensa, luego los blogs) la necesidad de escamotear o bien aplastar a los que alguna vez se admiró. Le toca el turno a Bolaño... Me pregunto por qué no se hace lo mismo con, por ejemplo, el muchas veces soporífero Marcelo Cohen, o el espeluznantemente repetitivo O. Lamborhini, o el rimbombante Fogwill, etc..."Los grandes escritores construyen sistemas, y a partir de cierto punto cualquiera de sus textos puede entrar en sintonía, y discutir, y chocar, y completar el mapa de su obra. Una vez que un escritor erigió un sistema, a partir de entonces todo lo que escriba entrará en él, y el asunto se tornará potencialmente infinito. En el siglo XXI, y en Latinoamérica, Roberto Bolaño jugó ese juego, pero el vértigo de la enfermedad lo obligó a acelerar y saltear etapas. El caso de Mario Levrero, más modesto, más uruguayo si se quiere, es menos rimbombante pero igual de trascendente para la literatura de nuestro continente."Mauro Libertella, Revista Ñhttp://www.revistaenie.clarin.com/literatura/resenas/Alma-Gardel-Mario-Levrero_0_644335585.htmlPd: El sistema de escritura tiene ETAPAS que cumplir, que Bolaño salteó y además es RIMBOMBANTE.Mario Levrero es más MODESTO -algo positivo-, más URUGUAYO -la cagamos los que no nacimos uruguayos, snif-, etc.+

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LOS COMENTARIOS (1)

Por  Ginebra
publicado el 21 febrero a las 04:19
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Y la cagamos los que nacimos uruguayos: esa "modestia" es algo con lo que nos identifican y nos identificamos, lo que a veces hace que se pierda la sinceridad o se le den palazos a todo aquel que intente asomar la cabeza por encima de la modesta media. No es el caso de Levrero, por supuesto: si hubo una persona auténtica en este país, ese fue él. Realmente le importaba un bledo lo que pensaron los demás, y si resulta modesto en su proyecto es simplemente porque hacía lo que se le venía en gana, no siguiendo ninguna expectativa del mercado editorial ni temiendo ser ingenuo literariamente, repetir, no innovar, etc. Levrero era lo que era. Y sin duda, la idea de escribir "la gran novela latinoamericana" le hubiera dado mucha risa.