Y D. Mariano apareció en directo, sin plasma, eso sí, delante de los suyos, los empresarios. Y ha dejado frases lapidarias. Porque después de habernos hundido en la absoluta miseria va y dice, por ejemplo: Hay que tener paciencia. Sin duda, somos unos impacientes. Porque pretendemos ganar Zamora en una hora. Y es que somos insaciables. No somos pacientes porque:
- Queremos que disminuya, en menos de tres años, el desempleo.
- Pretendemos que no nos desahucien.
- Exigimos que no nos rebajen el sueldo.
- Queremos que en una legislatura no aumente el paro.
- No soportamos el hambre y sed (también de justicia).
- No sabemos soportar las mentiras ‘piadosas’ del gobierno.
- No nos conformamos con que nos destruyan el Estado del bienestar.
- Queremos que los bancos y banqueros paguen sus errores.
- Queremos que los dependientes reciban ayuda.
- Sabemos que hay otras posibles alternativas.
- No sabemos esperar a que la Virgen del Rocío, la CEOE y los bancos nos arreglen el problema.
- Pensamos que solamente en diecisiete meses se invertirían las tendencias.
- Nos manifestamos a pesar de Cifuentes y Cía.
Somos impacientes por todo y sobre todo porque somos españoles, derrotistas, rojos y biológicamente incapaces de sacrificarnos.
Y también ha dicho que no debemos cambiar el rumbo. O sea que vamos bien, vamos cojonudos, a punto de morir de éxtasis.
Pero no se conforma sólo con eso porque además, queriendo defenderse, dice una verdad como un templo: "No hace falta que les diga que, tras la profunda reestructuración efectuada, la situación ha cambiado por completo". Como si no nos hubiéramos dado cuenta, ha cambiado a mucho peor, eso ya lo sabíamos.
Por eso, seguramente, hoy hemos conocido otro dato más. Las rentas de capital suben el 3,6% mientras que las del trabajo bajan e, 5,2%. ¿Es que Rajoy necesita más datos?
Todo es un contubernio contra el gran Mariano. La izquierda explosiva ha montado un circo de impacientes, incrédulos y desagradecidos para poder criticar a este pobre gobierno que es un incomprendido, a pesar de que todo lo hace bien. Los ciudadanos no tenemos perdón. Somos unos ingratos.
Por eso, porque no tenemos capacidad de sufrimiento, queremos que este país empiece a salir a flote y que no se hunda en la miseria. Por ello los trabajadores nos manifestaremos mañana. Y le pedimos a Rajoy, de forma impaciente, que se rinda y se vaya. Que deje que otros lo intenten. Que no tenemos paciencia para aguantarle más. Que descanse y nos deje descansar.
Nos vemos mañana en las manifestaciones del 1º de Mayo. Más necesaria que nunca.
Salud y República