Revista En Femenino

Hay vida después de los 6: El fin de la magia

Por Ladya
No puede haber un tema más adecuado durante estás fechas para #HayVidaDespuésDeLos6 que hablar del fin de la magia, ese momento en que, tarde o temprano, nuestros hijos nos preguntaran: Papá, mamá... Los reyes, son los padres?
Alex tiene ya siete años y, aunque por ahora no parece "sospechar" nada, se que cualquier  día puede ser que lo descubra... Faltará ver como, si por simple deducción, por un desliz nuestro o por niños mayores con ganas de chinchar.
Sea como sea, tengo la respuesta preparada... De hecho, es una respuesta que lleva fraguándose desde que Alex es pequeña y pregunta por " cosas mágicas ": siempre le he dicho que la magia está en lo que uno cree... Si creemos en el hada de los dientes, para nosotros será real... Pues lo mismo sucede con los Reyes Magos y con Papa Noel, existen en la medida que creamos en ellos.
Hay vida después de los 6: El fin de la magia
Así explicado, mi respuesta parece ambigua, pero mi intención es intentar mantener un poco más la magia, pero a la vez no inventarme historias fantásticas sobre cartas de los reyes viejitos que piden ayuda a los padres... No, yo prefiero ser sincera, pero explicando que la magia de la navidad va más allá de tres señores en camello o de un abuelo regordete vestido de rojo.
En el momento que se descubra el pastel, espero que Alex disfrute la navidad de otra manera, mantenimiento la magia para su hermana, convirtiéndose en cómplice y pasando a disfrutar desde " el otro lado " como hemos hecho nosotros durante estos años con ella.
Si os soy sincera, creo que el día que lo descubra, casi que voy a sentir alivio... Así, tal cual... Porque es maravillosos disfrutar la navidad con niños, pero hay momentos es que es un verdadero problema: Volverse loca comprando, encontrar el juguete deseado que, precisamente es el deseado por mil millones de niños, pelearse con la familia para contener sus ansias de regalar trastos, andar siempre pendiente de lo que dices sobre los regalos,...
El otro día en Facebook leía un post sobre unos padres que decidieron no mentir a su hija y desde pequeña le dijeron la verdad. Podéis leerlo AQUÍ. La verdad es que a medida que lo leía pensaba: ¿ Porque no hice yo lo mismo?. Pero al poco surgía otro pensamiento: ¿ Quien soy yo para arrebatarle la magia desde un principio? Aunque no me guste mentirle, aunque no me guste celebrar la navidad por el trasfondo religioso, creo que ni yo ni nadie tiene derecho a quitarles a los niños la magia, la ilusión y la creencia. Nadie debería quitarles la posibilidad de sentir la emoción la noche antes, nadie debería robarles los nervios y la excitación que sienten pensando en Papa Noel o los Reyes.
Sea como sea vuestra situación, no creo que exista una receta mágica para minimizar el pequeño trauma que puede darse al descubrir la verdad. Seguramente, habrá niños que crean que es el fin del mundo, que les hemos engañado y traicionado... Otros tal vez lo vivan con tranquilidad, o incluso con ilusión de poder pasar a mantener el secreto para otros niños más pequeños. 
Algunos tips que nos pueden ser de utilidad cuando llegue el momento son:
  • Ser sinceros: Si nos enfrentan con una pregunta directa, es absurdo intentar buscar una respuesta absurda o rebuscada o incluso contarles algún cuento chino con la intención de esquivar la respuesta verdadera.
  • Expresarse de forma sencilla: siempre es importante utilizar palabras que ellos puedan entender, ajustas a su edad.
  • Dejarle que se exprese: Por mucho que nos pueda doler, tal vez nuestro hijo se sienta muy triste o enfadado porque le hemos mentido durante años. Debemos dejarle que asuma la situación y la nueva realidad, aunque tarden algún tiempo.
  • Convertir al niño en cómplice: ahora que conoce la verdad, el niño podrá guardar el secreto para hacer que la magia de la navidad siga intacta para los más pequeños.
  • Ni premios ni castigos: debería estar ya desterrado el topicazo que " si te portas mal, los reyes no te traerán regalos ". una vez descubierta la verdad, no se debe usar los regalos como una forma de manipular su comportamiento.
Os invito a contarme vuestra experiencia, sobre todo si vuestros hijos ya son algo mayores y os han formulado la pregunta de marras, ¿ Como lo hicisteis ? ¿ Cual fue vuestra respuesta ? ¿ Como se lo tomaron ?



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