El ser humano históricamente una vez tras otra ha considerado suposiciones como verdades absolutas cuando éstas se acomodaban a lo que quería creer. O cuando interesaba desde un punto de vista político, normalmente alineado con la opinión del poder religioso, que siempre ha estado vinculado de alguna forma a otros tipos de poder. Tal era el caso cuando no hace mucho más de cuatro siglos Galileo afirmaba, basándose en sus observaciones, que la tierra se movía, que no era el centro inmóvil del universo como la opinión científica de aquella época sostenía. Y al poder eclesiástico le interesaba esta postura, que conservaba al ser humano en un lugar central y divino de la creación. O cuando Darwin estableció su teoría de la evolución de las especies, por la cual el hombre pasaba a ocupar una posición más en la escala evolutiva, tras el simio, no diferente a la de cualquier otro animal del reino. Esto tampoco interesaba, Darwin fue ridiculizado hasta el extremo. Hoy en día es una teoría ampliamente aceptada.
Imagen obtenida de: www.fantasymundo.comCuando se analiza la posibilidad de que haya vida en otros planetas nos volvemos a encontrar con lo que plantea la ciencia, la lógica y el sentido común, frente a lo que algunos desearían que fuese la realidad. Veámoslo de esta manera: en nuestra galaxia, la vía láctea, hay entre 200 y 400 mil millones de estrellas. Ya hemos detectado planetas en otras estrellas. Estadísticamente se calcula que hay del orden de 100 mil millones de planetas de los cuales, según las estimaciones más recientes de la NASA, podría haber unos 17 mil millones similares a la tierra. Y, teniendo siempre en cuenta nuestras limitaciones en la observación, se calcula que hay un número de galaxias superior a los 100 mil millones.
En general planetas demasiado pequeños no son capaces de retener una atmósfera densa, necesaria para la vida, debido a que no generan una fuerza de atracción gravitatoria lo suficientemente intensa. Y planetas grandes en exceso, debido también a la gravedad, generan presiones tan altas que normalmente son gaseosos. Nos encontramos con que lo más probable es que haya vida en planetas cuyo tamaño no sea ni muy superior ni demasiado inferior al de la tierra.
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Hay muchos más factores por supuesto. No debe ser ni demasiado frío ni demasiado caliente. Para una estrella dada es posible calcular la zona de habitabilidad a una cierta distancia. Por otro lado damos por sentado que ciertos elementos como el agua, el oxígeno, carbono, etc son necesarios para la emergencia de la vida.
No hace demasiado tiempo volvíamos a mirarnos al ombligo, y pensábamos que las condiciones que se daban en la tierra eran demasiado improbables o exóticas como para encontrarlas en otros lugares. El planeta azul, orbitando una estrella en un sistema solar árido y seco... Pero nada más lejos de la realidad. Cuanto más sabemos de nuestro sistema solar más nos sorprendemos. En lo más profundo de algunos cráteres de la luna hay agua congelada. Marte una vez tuvo lagos y mares y actualmente hay agua (mezclada con otros elementos) en los polos. Incluso Mercurio alberga agua en sus profundidades.
Recientes descubrimientos además señalan la existencia de agua en Ganímedes (satélite de Jupiter) o Encelado (que orbita Saturno). El primero posee un gran océano bajo su superficie helada. En el segundo existen chimeneas hidrotermales. El agua a 90 grados centígrados asciende hasta mezclarse con el gua fría. Condiciones interesantes para la vida.
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No solo en nuestro sistema solar, hay estrellas que riegan literalmente el espacio a su alrededor, grandes torrentes de agua equivalentes a cien millones de veces el caudal del Amazonas por segundo. Hay agua también en las enormes nubes de gas y polvo donde nacen las estrellas. Hay moléculas de agua libres en el espacio...
Imagen obtenida de: www.nasa.govCreo que a estas alturas podemos afirmar que hay vida en otros planetas, aunque no la hayamos detectado directamente. Espero que en poco tiempo tengamos la confirmación de que existe algún tipo de vida básica en nuestro sistema solar (aparte evidentemente de la de la tierra). Y que no en demasiado tiempo seamos capaces de contactar con otras civilizaciones que hayan alcanzado un nivel de progreso suficiente como para que sea posible el contacto. Nos mantenemos a la espera.
Imagen obtenida de: www.davidreneke.comDesde luego vivimos en un universo mágico, y podría decirse que alberga cierta divinidad. Pero quizá no la divinidad que esperamos o imaginamos, no la que se adapta a los anhelos del ser humano, no la que nos gustaría, si no la que es.