Hoy es la noche más mágica del año para muchos niños. Siempre había pensado que para todos, pero he aprendido de nuevas culturas y ahora sé que para muchos otros fue la noche el 24, cuando salieron a la calle en busca del viejo pascuero y volvieron a casa para encontrar su árbol lleno de regalos. Pero sin duda, yo creo que ésta es la mejor noche del año, una noche mágica por excelencia.
Hace un tiempo, leía en el facebook y en el blog de un papa como Darth Vader una historia cuyos ingredientes eran: magia, niños, y un anillo de Linterna Verde. No quiero dar más detalles, porque mejor lees la historia contada por él aquí
Justo ese fin de semana aquí eran Fiestas Patrias (septiembre), y después de varios días grises de vacaciones mi hija decidió que en su calendario cambiaría el tiempo.No le di mayor importancia, pero cuando al día siguiente amaneció un día súper despejado y al despertarse le contamos que por fin hacía sol y aprovecharíamos para pasar el día fuera, ella nos respondió “ya sabía que iba a hacer sol, porque mi calendario es mágico y ayer puse el sol para que saliera. Mi calendario y las hadas han traído el sol”
Nos lo contó tan tranquila a nosotros, y corrió a contarle a su abuela, y ese día se lo podía contar a todo el que quisiera escucharla.
Sus amigas las hadas ya la han ayudado en otras ocasiones. Cuando hay que cambiarse un pendiente sólo las hadas se lo sacan cuando duerme sin hacerle daño….También sus amigas las hadas hicieron que su primo que vive en el sur apareciera un fin de semana para pasar el día con ella.
Sus amigas las hadas encuentran siempre los juguetes perdidos, y arreglan los que estaban rotos y un día ya no lo están…y muchos otros detalles. Entre las hadas, Papa Noel (viejito pascuero, perdón que no sé ni que español hablo), Los Reyes Magos, el Tió, etc…A mi me gusta que crea en las hadas, en la magia, aunque a veces los deseos que le pide a las hadas me complican un poco la vida :/
Reconozco que alguna vez me han dicho que mi hija tiene demasiadas fantasías en la cabeza. A mi me gusta. Ella es feliz, la fantasía, su mundo paralelo, a veces la ayudan a salir de situaciones que no le gustan, le dan valentía en otras, la hacen soñar despierta, la hacen sonreír. A mi me gusta así. Me gusta ver la emoción que genera la magia en su cara, en su sonrisa.
Ahora que es la época más mágica del año, la Navidad, me he acordado de la historia de Martí y su anillo de Linterna Verde, y de todos esos momentos de magia que se viven en casa. Porque aunque la Navidad incluye también los regalos, me gusta pensar que esa no es la magia, que no debemos concentrarnos solo en las compras y los regalos, sino en invertir un tiempo en crear momentos mágicos en casa.
A nosotros en casa en esta época vienen a visitarnos el Viejo Pascuero (Papa noel), los reyes magos, y el caga Tió. Cada uno nos deleita con una sorpresa distinta. El caga tió nos deja chocolates, el viejo pascuero se deja alguna sorpresa, y los reyes nos traen un regalo grande a compartir y paquetitos para poder disfrutar rompiendo envoltorios.
Otro año más no he conseguido llevar a las niñas a la cabalgata de reyes. Es demasiado caro viajar dos veces al año (es muy caro viajar una), y no tenemos suficientes vacaciones. Pero cada año lo ponemos en la carta, para ver si algún año se inspiran y nos regalan unos billetes (o nos toca la lotería) y mientras, enviamos la carta con anticipación, nos pegamos a la tele a las 15 de la tarde a ver la cabalgata, y por supuesto dejamos un banquete para reyes y camellos (que son muchos km hasta Chile!)
Pero es que nosotros…no dejamos la magia solo en la época Navideña!!! Sería muy aburrido!
El resto del año soplamos dientes de león, pestañas, huesos de pollo, soplamos puños cerrados que esconden chupetes o chocolates y se abren con un buen soplido, soplamos mucho para pedir muchos deseos (leyendo el libro “El mon Groc” aprendí la importancia de soplar…vale la pena leerlo).
Porque yo creo que cuando uno tiene niños en casa, crear un mundo mágico podría ser nuestra misión diaria. Y con ello no quiero decir ir todos los días a Disney World! Un mundo mágico que puede crearse a través de los cuentos, convirtiendo una habitación en un castillo, inventando historias mágicas, dotándonos de poderes (¿o no existen las tiritas mágicas que curan cualquier herida? ), a lo mejor dejando que un hada cambie el pendiente de tu hija en vez de hacerlo tu, o que un duende arregle ese libro que se le ha roto….no sé, me gusta cuando los niños creen en la magia. Los adultos tenemos que seguir creyendo en la magia, el mundo es mucho más bonito con ella. Creo que podemos encontrar magia en la vida cotidiana (¿o no tiene magia el embarazo y el nacimiento de un bebé? ¿o ese proyecto que aparece justo cuando ya no aguantabas más en el trabajo?), en las pequeñas cosas (esa amiga que te encuentras por casualidad, te invita a un café y convierte tu mal día en un día de reencuentros y risas; ese whatsapp a la distancia de alguien con quien hace mucho tiempo que no hablabas), en un momento cualquiera (esa búsqueda del tesoro casera improvisada que os encontráis a la vuelta del colé pero en la que tu aseguras no haber tenido nada que ver ¿habrán sido las hadas?!; esa fiesta de disfraces improvisada; esa visita sorpresa)
Creo que la magia está por todas partes…solo hay que buscarla, verla, crearla, fabricarla, imaginarla y, por supuesto…creer en ella.
Nosotros, para que no se agote durante el año, vamos a guardar un poquito de la magia de la noche de reyes en este envase…para cuando la necesitemos (la idea es del blog De mi casa al mundo)
Feliz noche de reyes, y feliz año lleno de magia.
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